Persecución policial en el Vía Crucis de San Justo: “No es algo habitual, es la primera vez que nos pasa”

Así lo manifestó el Padre Carlos “Charly” Olivero, párroco de San Roque y Compañeros Mártires del barrio Almafuerte, en diálogo con Radio Universidad .

Para más información...

El fin de semana del Vía Crucis en San Justo se vio interrumpido por una persecución policial que asustó a los feligreses. En consecuencia, la celebración religiosa debió suspenderse y reprogramarse para el día siguiente. Al respecto, el párroco de la parroquia San Roque González del barrio Almafuerte (ex Villa Palito) señaló que este tipo de incidentes no son habituales en la zona. 

En diálogo con Radio Universidad, el Padre Carlos “Charly” Olivero, explicó: “La policía disparó una vez pero no hubo un tiroteo. Es la primera vez que nos pasa algo así, por eso decidimos hacer la actividad al otro día. Tuvimos que suspenderla en el momento porque la gente se asustó mucho, corría a resguardarse en la Parroquia”.

La implicancia social

Olivero señaló a la “desintegración del tejido social”, que se acelera cuando la economía se pone “difícil”, como la raíz del incidente ocurrido durante el fin de semana de Pascua. “No quisiera decir que este barrio es más peligroso que otros porque no es verdad”, resaltó.

Seguí leyendo...

“No podemos pensar que este tipo de situaciones solo competen a la seguridad porque sería una liviandad. Reprogramamos al otro día porque los presentes eran chicos a quienes acompañamos y pertenecen a distintos grupos de la Parroquia. Hay que multiplicar estas actividades para que los más jóvenes estén contenidos y organizados. Existen muchas realidades en donde no pueden ir al colegio, no tienen zapatillas o incluso en su casa no alcanza para la comida. Esos chicos están jugados, por eso hay que mirar este asunto con toda su complejidad”, agregó.

Por último, resaltó que estos episodios ocurren en contextos socio económicos difíciles, no por falta de personal policial. “Si se complica más la economía también se van a multiplicar estos hechos, no es natural que nos tengamos que acostumbrar, pero es lógico que estos sucesos ocurran. La difícil situación socioeconómica expulsa a los pibes y los obliga a hacer cosas porque están jugados“, finalizó.