La harina de insectos, un posible alimento alternativo para la ganadería

Especialistas del CONICET buscan reemplazar la harina de soja para engorde de ganado por una ración alimentaria a base de insectos.

Un grupo de especialistas del Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias de Bariloche (IFAB, CONICET- INTA) trabaja en el desarrollo bioeconómico de un alimento para rumiantes, puntualmente corderos, que suplante la harina de soja comúnmente utilizada para engorde.

Se trata de una harina a base de insectos Hermetia illucens, conocidos como “Mosca Soldado Negro”, cuya larva tiene un alto contenido proteico y puede transformar residuos orgánicos en proteínas de alta calidad. “Buscamos un insecto que podría utilizarse en forma masiva y nos vinculamos con PROCENS Tecnología Natural (SAS), una empresa que produce harina de insectos en el país”, explicó la bióloga Valeria Fernández Ahrex a Prensa CONICET.

La científica lidera el grupo ESTEPA, que estudia la ecosociología en territorios de la Patagonia Argentina y tiene como objetivo atender las demandas de los productores ganaderos y sus problemáticas en relación con el perjuicio o la pérdida económica relacionada con la fauna local. 

“En lo experimental se garantiza que los animales estén en buenas condiciones. Desde su alojamiento hasta la evaluación de indicadores de estrés individual, análisis de cortisol, glucosa y proteínas para chequear el estado general del animal y también, se tiene en cuenta el período de acostumbramiento para que estabilicen su llegada desde el campo”, aseguró la investigadora María Mercedes Odeón.

Por su parte, Sebastián Villagra, doctor en Ciencias Agrícolas en el IFAB, destacó que “los alimentos producidos con insectos contribuyen a la economía circular, ya que los desechos pueden ser reutilizables para su producción, potenciando la generación de harina como elemento clave”. También subraya que el proyecto representa una solución sostenible y ecológica a una problemática social”.

Cabe destacar que, en 2023, este proyecto fue premiado por el INTA como idea innovadora para el agro por su contribución al avance de tecnologías vinculadas al ámbito agroalimentario que generan oportunidades de negocio a nivel regional, nacional e internacional.