Chubut: descubren un esqueleto casi completo de un reptil que convivió con los dinosaurios

Especialistas del CONICET analizaron los restos y confirmaron que se trata de una nueva especie de elasmosaurio, un gigante marino de la prehistoria.

Integrantes del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) de Trelew e investigadores del CONICET La Plata dieron a conocer el descubrimiento de un nuevo elasmosaurio, un gigantesco animal marino que vivió durante la última etapa de los dinosaurios. El hallazgo se había producido en 2009, cuando Carmelo Muñoz, un puestero rural del centro de la provincia de Chubut, encontró los fósiles en un campo cercano a su vivienda. Fue bautizado Chubutinectes carmeloi en homenaje a su descubridor.

Tras viajar hasta el lugar, los especialistas confirmaron que se trataba de un tipo de plesiosaurio, especie que habitó en todas las aguas del planeta entre comienzos del período Jurásico y el final del Cretácico. Ya en 2021, se realizaron dos campañas para extraer los restos. El reptil tenía un tronco de unos dos metros de largo y la longitud total de su cuerpo se estima en, aproximadamente, ocho metros, mientras que su peso habría rondado los dos mil kilos.

 “Además de algunas vértebras cervicales y parte del húmero que encontró Carmelo, nosotros colectamos casi todos los huesos de la columna desde el tronco hasta la cola, costillas dorsales y otras abdominales llamadas gastralia, una estructura común en ciertos reptiles. También hallamos la cintura escapular, la pélvica bastante completa y elementos importantes de los miembros anteriores o posteriores como fémur, tibia, fíbula y falanges”, precisó José Patricio O’Gorman, investigador y primer autor de la publicación a Prensa CONICET.

Ya en 2022, luego de colectar todo el material, se procedió al exhaustivo trabajo de preparar y estudiar las muestras en detalle para conocer de qué animal se trataba. “La conclusión es que estamos frente a una nueva especie, la tercera descripta en Argentina, porque tiene características diferentes a las otras dos conocidas”, explicó O’Gorman. 

Por último, el investigador agradeció a Carmelo por su responsabilidad frente el patrimonio local. “El sitio es muy remoto y aislado. De no ser por él, hoy no sabríamos de la existencia de esta nueva especie, que sería probablemente un adorno en la ventana de su casa, algo que ha sucedido históricamente con muchos fósiles”, reconoció.