El Presidente volvió al Conurbano para acompañar la reapertura de una automotriz con un protocolo especial por el COVID-19

Junto al Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el jefe de Estado supervisó la reapertura de la planta Volkswagen, en Tigre, y remarcó que su objetivo es reactivar la economía “pero con los cuidados que impone esta nueva realidad”. “Lo que más me preocupa es la salud de la gente”, ratificó.

El Presidente, Alberto Fernández, y el Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, supervisaron este mediodía la reapertura de la planta que la automotriz Volkswagen tiene en la localidad de Pacheco, en el partido de Tigre, donde, este lunes, se reanudó la producción a partir de la implementación de un protocolo de seguridad especial para minimizar el riesgo de contagio de coronavirus. Con esta visita, el jefe de Estado regresó al Conurbano después de su recorrida de la semana pasada por los municipios de Almirante Brown y Quilmes.

“Estamos en un escenario desconocido, a ninguno de nosotros se nos ocurrió pensar que íbamos a enfrentar esto. La normalidad que conocimos no existe más, va a haber otra normalidad, que nos obliga a no abrazarnos, a no tocarnos, a andar con barbijos y mantener distancia hasta que aparezca la vacuna. Pero lo que me preocupa a mí es, primero, la salud de la gente y, después, pensar cómo salir de la cuarentena. En eso estamos”, planteó Fernández, en alusión a los protocolos que se fueron consensuando entre Nación, Provincia, los municipios, sindicatos y empresas para empezar a reactivar la industria bonaerense.

En ese sentido, el Presidente defendió las medidas restrictivas aplicadas desde el 20 de marzo con el fin de mitigar la velocidad del contagio para, paulatinamente, en esta etapa, empezar a permitir que la actividad económica se reanude.

“No es verdad que a los países que permitieron que la economía siguiera funcionando como siempre les fuera bien en ese sentido, o mejor que a quienes respetaron la cuarentena. La economía es global y se ve afectada por esta situación pero, si vamos a tener todos el mismo resultado económico, entonces debemos privilegiar la vida y la salud de la gente”, evaluó Fernández, en alusión al protocolo que la automotriz de origen alemán puso en marcha en su planta bonaerense.

Para cumplir con las medidas de seguridad requeridas por el Estado, la reapertura de Volkswagen se concretó con un solo turno de trabajo de seis horas, al que se sumó a 1.500 trabajadores de la empresa, lo que representa el 50 por ciento de su plantel total. Como parte del protocolo aprobado por Nación, con supervisión del Municipio de Tigre y la aceptación del sindicato SMATA, la empresa empezó a trasladar a sus empleados en 20 minibuses para evitar que usen el transporte público y, al llegar a la planta, se les toma la temperatura y se les entrega un barbijo que se descarta al terminar la jornada. Además, se implementaron medidas de distanciamiento en todas las áreas, incluido el comedor, y se prohibió el uso de los vestuarios.

“Esto es lo que queremos hacer, no porque, como algún tonto repite, nos enamoramos de la cuarentena, sino porque está visto que es lo que debemos hacer si nos preocupa el cuidado de la gente tanto como la productividad y el desarrollo de la economía argentina”, expresó en alusión a las críticas que, desde algunos sectores políticos y empresariales, le formulan por su administración de la cuarentena.

“No debemos dudar de lo que hemos hecho ni preguntarnos si está bien, basta con mirar los resultados, que no fueron por la acción de un gobierno sino de toda la sociedad y de empresarios como éstos que, cuando llega la hora de abrir, lo hacen con los cuidados que impone esta nueva realidad. Así tenemos que trabajar, todos juntos, porque así vamos a salir adelante”, remarcó el Presidente, quien también advirtió que si bien, hasta ahora, “los resultados son buenos, estamos muy lejos de haber terminado el problema”. “Por eso, tenemos que ir viendo cómo reactivamos con la economía, pero siempre cuidando la vida y la salud de los trabajadores”, agregó.

En tanto, Kicillof advirtió la importancia de empezar a reactivar la producción de la Provincia porque, apuntó, es el territorio que concentra “el 53 por ciento de la industria nacional”.

“Si se para la Provincia, se para el país. Hubo sectores que nunca pararon, como la producción alimentaria y de insumos sanitarios, y estos 60 días de cuarentena nos dieron una práctica y un entrenamiento para funcionar productivamente en medio de una situación tan compleja”, remarcó el Gobernador, en referencia a los permisos que, paulatinamente, empezaron a extenderse para reactivar la actividad productiva. En ese marco, cabe recordar que, desde este martes, Nación habilitó la reapertura de diez rubros industriales en La Matanza, y de otros tantos en cinco municipios más.

“Muchos piden volver a la normalidad, pero la normalidad no existe más. El virus se puede contener pero no controlar, entonces hay que mantener al extremo las medidas sanitarias y que todos lo que puedan se mantengan en sus casas, mientras empezamos a reactivar la producción sin que eso implique riesgos. Nuestra receta para esta nueva normalidad es poner énfasis en los procesos productivos, siempre con las medidas de seguridad necesarias y con la aplicación rigurosa de protocolos estrictos”, sintetizó el Gobernador con respecto a la etapa que se viene en la cuarentena bonaerense.