Cocinas eficientes a leña, un proyecto que fortalece los comedores comunitarios del AMBA

Se trata de una iniciativa de la que participan la UNLaM, Ingeniería Sin Fronteras, La Poderosa y Hacono Estufas, con el apoyo de la Fundación CREAS. El objetivo del proyecto es doble: buscar la eficiencia energética y disminuir el consumo de gas envasado a la vez que aliviar un poco la ardua tarea que las cocineras de los barrios populares realizan cada día.

"Si bien las cocinas eficientes a leña buscan la eficiencia energética y generar calor y temperatura con menos recursos para disminuir el consumo de gas envasado, también permiten que las cocineras puedan dormir una hora más al día o disponer para sí de un tiempo más. Porque el tema del ambiente no es algo separado de la realidad social", define la antropóloga social Natalia Zlachevsky, cofundadora de la asociación civil Ingeniería Sin Fronteras Argentina (ISF-Ar) .

Junto a la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), La Poderosa y Hacono Estufas, más el apoyo de la Fundación CREAS, ISF-Ar lleva adelante el proyecto Cocinas Eficientes a Leña. Esta Casa de Altos Estudios participa a través del Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas (DIIT) y con el acompañamiento del Observotario Social de la Escuela de Artes y Medios de Comunicación.

Se trata de una iniciativa que se propone contribuir al fortalecimiento de una decena de comedores comunitarios de distintos barrios populares localizados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), algunos de ellos en el partido de La Matanza. ¿Cómo? A partir de la construcción e instalación de cocinas eficientes y sostenibles que permitan optimizar el gasto de energía, los costos y los tiempos de cocción a través de un método alternativo basado en cámaras de combustión “rocket”.

En ese marco, Zlachevsky brindó una entrevista al programa El Observatorio, de Radio Universidad, y explicó que tiempo atrás fueron contactados por La Poderosa a raíz del potencial de distintas iniciativas de Ingeniería Sin Fronteras para asistir técnicamente a "su red de 150 comedores en barrios populares".

"La crisis climática nos atraviesa a todos, principalmente, a las personas que ya viven en una situación de vulnerabilidad y que van a tener que adaptarse al cambio climático", introdujo Zlachevsky, y destacó que en los primeros comedores en que se implementó el proyecto "se generó, incluso, una relación afectiva con esta cocina" ya que "ayuda a resolver auténticos problemas sociales". Además, es una tecnología que genera un menor impacto ambiental al utilizar madera, leña y restos de poda, al tiempo que permite el empoderamiento de las cocineras que aprenden a utilizarla, resaltan.

El rol clave de los comedores comunitarios

En un contexto en que más del 40 por ciento de la población argentina se encuentra en situación de pobreza y diez millones de personas no pueden acceder a la alimentación necesaria por sus propios medios, los comedores comunitarios son clave para la supervivencia de las familias en situación de pobreza en las periferias urbanas.

Durante la pandemia por el COVID-19, el rol social de las organizaciones comunitarias fue evidente. En este tiempo comenzó a visibilizarse la extrema precariedad en que los comedores llevan adelante su tarea cotidiana, muchas veces sin apoyo económico del Estado y con dedicación voluntaria de quienes cocinan como principal sostén. Como si ese escenario fuera poco, el escenario de gran demanda no disminuyó una vez finalizada la pandemia y es probable que aumente dada la crisis económica del país.

Paralelamente, durante 2023 se registraron aumentos de más del 150 por ciento en el valor del gas envasado utilizado para artefactos como anafes y cocinas. Incluso considerando los precios subsidiados de la garrafa social, el gasto mensual suele representar una dificultad muy importante en el desarrollo de las tareas vinculadas a la
asistencia alimentaria.

Asimismo, cuando las organizaciones acceden a gas envasado, muchas veces es de mala calidad: el contenido de agua y/o cuyo gas ocasiona una combustión deficiente en las garrafas, lo que lleva a recurrir a métodos alternativos de cocción mediante madera o leña. A su vez, estos métodos pueden resultar deficientes o inseguros al exponer los alimentos y/o el ambiente del comedor al humo de la combustión, que puede afectar la salud o suponer riesgos de accidentes.

Cómo funcionan las cocinas eficientes a leña

Agustín Lohigorry, del equipo de Energía de Ingeniería Sin Fronteras, integrante del Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas de la UNLaM y coordinador de la Diplomatura en Energía y Desarrollo Sostenible de esta Casa de Altos Estudios, reveló que el proyecto Cocinas Eficientes a Leña tuvo su origen en 2017. "Uno de los grupos de trabajo de la Diplomatura propuso instalar esta cocina en un comedor y se dio una experiencia muy positiva", contó.

También en diálogo con la emisora universitaria, Lohigorry explicó cómo es una cocina eficiente a leña. "En términos sencillos, es un tacho de 200 litros con un agujero arriba y una olla de 50 litros encastrada que ingresa casi en su totalidad". "Tiene una boca de larga en el frente para la leña y ahí se va haciendo la combustión para transferir el calor, de modo que se usa muy poco combustible. Así, se evita tener que usar el gas de garrafa y se ahorra tiempo", resumió.

Otros beneficios de esta tecnología

  • Colabora con la reducción de costos destinados a la cocción de alimentos, registrando ahorros de hasta un 80 por ciento en la utilización de gas envasado y, por lo tanto, en los costos asociados.
  • Se disminuye el impacto ambiental ya que con la madera de un cajón de manzana se puede hervir aproximadamente 40 litros de agua en 45 minutos.
  • Las mujeres cocineras ahorran aproximadamente un 20 por ciento del tiempo que demanda la misma tarea con la tecnología convencional, lo que contribuye a su empoderamiento.