“Son como mis pies”: le robaron sus patines profesionales a un chico de Villa Luzuriaga que está por entrar a la Selección

Martín Vega Aybar, un chico de 15 años oriundo de Villa Luzuriaga, sufrió el robo de los elementos con que se desempeña en la actividad que lo apasiona.

Martín Vega Aybar, un adolescente de 15 años de Villa Luzuriaga (partido de La Matanza), es patinador profesional y tiene buenas posibilidades de ser elegido para integrar la Selección nacional. Pero hace pocos días sufrió un terrible episodio en el cual le robaron, entre otras cosas, sus patines.

Afortunadamente, la buena voluntad de la gente logró que el joven deportista consiguiera el dinero necesario para salir adelante y afrontar el gasto de unos patines nuevos. Pero este no es el final de la historia: Martín quiere recuperar sus propios patines.

“Mis patines son como mis pies”, manifestó el adolescente a El1. Para él, son “muy importantes” para un patinador, casi “como un hijo”. Por eso, aunque estén “en buenas o en malas condiciones”, tiene la esperanza de que recuperar los que le pertenecen.

La comodidad y confianza del patinador sobre el elemento clave de su labor es esencial. Sobre todo, en la instancia en que se encuentra Martín, ya que competirá durante las próximas semanas en torneos regionales y nacionales. Estos certámenes no son solo parte de un reconocimiento, sino que podrían habilitarlo para entrar al Seleccionado de Patín que representa a Argentina internacionalmente.

En el bolso que le fue robado, el joven tenía más de 2.000 dólares en materiales. “Nico Occhiato, que es de la zona, se enteró de esta historia. Un montón de gente se ofreció a prestarnos plata, incluso una señora jubilada quería donarnos cien pesos de su sueldo. La solidaridad de la gente fue impresionante”, agradeció Silvia Aybar, mamá de Martín.

La historia del joven patinador

El relato de Martín comienza como el de cualquier otro de un niño de su edad: “A los seis años, mi papá me anotó a fútbol”. “Pero no me gustaba mucho”, continuó, entonces, de manera sorpresiva. Al salir de los entrenamientos, se paraba en las pistas a ver a las chicas patinar. Así fue como le pidió a su madre que lo anotara y, así, descubrió su pasión.

“Empecé desde chico en el Club Sol de Mayo y siempre me quedé acá porque fue como una casa para mí. Me recibieron de la mejor manera. Mi profe es la mejor, estuvo en todo momento y le tengo un cariño enorme”, compartió Martín.

El joven deportista ya tiene muchas medallas, decenas, pero la más relevante para él corresponde a un torneo sudamericano en el que fue campeón. “Esta es la más importante porque significa mucho. No solo haberlo ganado, sino también el esfuerzo para poder llegar”, señaló.