Los prejuicios sobre la Psicología, una disciplina inmensa

El psicólogo Giancarlo Quadrizzi se refirió, en Radio Universidad, a la perspectiva social respecto de los profesionales de la salud mental y cómo esto afecta a la profesión.

Por Giancarlo Quadrizzi*

Dentro del mundo de la Psicología existe un gran sesgo: cuando uno piensa en la figura de un psicólogo, piensa en una psicóloga, un diván y una psicoterapia individual donde uno va, paga y habla. Es muy frecuente recibir, en el Día del Psicólogo, la imagen de un neurólogo vienés del siglo pasado.

La identidad de las y los psicólogos está muy signada a una marca que dejó el Psicoanálisis freudiano y tradicional con sus revistas del estructuralismo de los 70s. La Psicología es, en algunos casos, bastante objetiva y rigurosa, y, en otros casos, es un arte que aplica determinadas ciencias como la psicoterapia, es decir, el profesional está más cerca de un artesano que utiliza todas las ciencias que tiene y las aplica, pero sabe manejar todas esas disciplinas.

Por eso, a veces, hay mucha confusión con respecto a la profesión. No se sabe a quién recurrir o para qué; incluso los mismos psicólogos tenemos esas discusiones. Lo importante es que las técnicas se adapten para poder ayudar de distintos modos, pero haciendo bien lo que tenemos que hacer. Y uno de los grandes temas de la especialidad es la psicología política, pero ¿cuántos de los aportes de la Psicología son puestos en práctica a la hora de tomar decisiones?

Y así sucede con muchos de los campos de la profesión, donde los psicólogos podemos hacer mucho y no estamos haciendo tanto. A pesar de esto, tampoco hay demandas de la población para que haya especialistas cuidando todas estas cuestiones. Gramsci dice que los sectores hegemónicos que tienen el poder nos hacen parecer como natural aquello que es construido socialmente. Entonces, nos parece natural que al psicólogo vayan solo los locos o los de cierta clase que gustan de asistir a terapia.

Los profesionales de la Psicología nacimos en Argentina a partir del impulso de los psiquiatras y psicoanalistas, y hemos ocupado cierto lugar que ellos tenían. Pero nos queda un gran campo de trabajo por todos lados para que podamos hacer que esta hermosa profesión, que esta inmensa disciplina, haga los aportes debidos, con la gente que los tiene que hacer y junto a personas que manejan técnicas diversas.  

*Psicólogo