La ESMA, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad: “Simboliza un acontecimiento que nunca más debería ocurrir”
La directora del Centro de Estudios Legales y Sociales, Marcela Perelman, celebró el logro de la iniciativa que comenzó en 2015 e implica un reconocimiento universal.
Recientemente, el Comité de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró al Museo de la ex ESMA como Patrimonio Mundial de la Humanidad por ser considerado un sitio de memoria que representa un hecho que “nunca más debería ocurrir”. De este modo lo describió Marcela Perelman, directora de Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en Radio Universidad, donde explicó que esta incorporación representa una “trascendencia enorme” que implica un gran reconocimiento de lo ocurrido durante la dictadura. “Esto tiene carácter de representación regional y, además, agrega a la memoria universal la particularidad de la desaparición forzada”, manifestó.
“Muchos sitios de la UNESCO están incorporados por tener una memoria más positiva dentro de la historia universal con aspectos que queremos recordar porque enriquecieron a la humanidad, pero además están los sitios llamados de memoria que simbolizan aquellos acontecimientos que la humanidad reunida y simbolizada en la UNESCO considera que nunca más deberían ocurrir, y dentro de ese tipo de sitios quedó incorporada la ESMA”, completó la especialista.
Un proyecto que reivindica la memoria
La iniciativa comenzó en 2015 y, desde entonces, fue sostenida por los gobiernos como una política de Estado, lo que simboliza, para Perelman, “un nivel de acuerdo común en cuestiones fundamentales como el rechazo al terrorismo de Estado, a la tortura, al exterminio y a la desaparición”.
Además, señaló que este paso podría ser un gran incentivo para que los Estados protejan e inviertan en la preservación de los espacios ya que, en el caso de la ESMA, recibiría fondos internacionales o locales para su mantenimiento e investigación sobre lo ocurrido a través de pruebas y muestras.
“El análisis de estas propuestas que hace la UNESCO es muy difícil y riguroso, se requiere del voto favorable de muchos países que, por suerte, nos favorecieron y respaldaron muy enfáticamente la propuesta. Es un reconocimiento a la política sostenida de Memoria, Verdad y Justicia en nuestra democracia”, reflexionó la referente de investigación del CELS.
