Walter Bruno, un distinguido egresado de “High School Musical”

El actor y cantante, que durante su infancia y adolescencia vivió en Rafael Castillo, participó del reality televisivo y su película. “High School Musical me abrió la puerta a la vida del artista”, destacó Walter.

“¿Qué hubiese pasado si..?” Una pregunta que muchas personas se hacen en algún momento de sus vidas, sobre todo en torno a un hecho trascendental. En el caso de Walter Bruno, que dio un gran salto profesional y obtuvo reconocimiento popular por su participación en el reality High School Musical: la selección, el interrogante sería: “¿Qué hubiese pasado si, un viernes del año 2007, cuando bajaba del Tren Sarmiento en la Estación Morón tras viajar desde su casa en Luján, no ingresaba a un ciber de la zona para inscribirse online en el programa, sino que seguía directo hacia su trabajo de fin de semana en Palermo?” No hay una respuesta, pero lo que sí se puede saber es que esa firme decisión de anotarse ese día en el ciclo televisivo fue el primer paso de un período bisagra en su camino artístico.

El actor y cantante, que hoy tiene 38 años y reside en Almagro, nació en ese barrio porteño y vivió inicialmente en Villa Luro. Cuando tenía siete, con su familia se asentó en Rafael Castillo y estuvo allí hasta los 20, luego se mudó a Luján para estudiar Ingeniería en Alimentos. Antes, cursó la primaria en la Escuela Nº80 "Antonio Morello" (Morón) y la secundaria en E.E.S.Técnica Nº6 "Chacabuco" (Morón). Creció en un hogar en el que se respiraba arte: no solo todos sus hermanos cantaban, además, lo estimularon en las distintas disciplinas desde pequeño.

Enseñarle las canciones de Luis Miguel en el baño, peinarlo con jopo, hacerlo posar en sesiones de fotos y mostrarle los shows del ciclo televisivo Festilindo -donde ellas formaron parte del elenco desde 1983 a 1993, y más tarde se sumó él- son tan solo algunas de las actividades que las hermanas mayores de Walter, Jimena y Julieta, le transmitieron al niño. Así, le sembraron los primeros deseos artísticos.

“Con Festilindo me subí a escenarios con 5 mil, hasta 10 mil, personas en el público. Me llevaban medio de pollito y yo cantaba dentro del coral. Sin embargo, como era tan chico, no me acordaba tanto, hasta que en High School Musical me pasaron videos de esos momentos, ¡ahí lo reviví! ¡Dentro mío había mucha data!”, rememoró Bruno.

Por otro lado, también dio sus pasos iniciales en el ámbito escolar: “Siempre actuaba en los shows, estaba súper predispuesto. Y cuando abrieron un taller de teatro me voló la cabeza, me anoté y tuve mi primera experiencia con la formación artística. Hice una obra como protagonista y, después, me llamaron para bailar o cantar en los actos a cargo de otros grados. A su vez, estuve en un taller de coro, y un día me dieron una canción para interpretar como solista, adelante de todo el colegio. Hice el tema Anahí (Leyenda de la Flor del Ceibo)”, describió.

El elegido

La primera señal fue la sugerencia de una amiga que había visto la convocatoria en la televisión, pero él no le hizo caso. La segunda fue la recomendación de su hermana Amorina que también había descubierto el casting, y tampoco la siguió. Hasta que llegó la tercera: una tarde, mientras Walter veía la tira diaria Patito Feo por El Trece, apareció en pantalla la publicidad de la búsqueda para High School Musical: la selección, y el joven del Oeste decidió inscribirse.

Cabe recordar que antes de dicho certamen de talentos, él ya se había aproximado a otras propuestas de este mismo formato. Cuando tenía 15, acompañó a su hermana a la audición de Popstars para mujeres, cuyas ganadoras conformaron Bandana. Al año siguiente, tuvo su oportunidad como postulante de Popstars para hombres, cuyos vencedores integraron Mambrú, y llegó hasta la quinta etapa. Más adelante, se presentó en Operación Triunfo y en Escalera a la fama.

“En High School Musical: la selección éramos 26 mil personas que nos inscribimos online. De ahí hicieron un filtro y pasamos a la siguiente instancia 11 mil. Si bien era medio inconsciente de esto, como estaba haciendo teatro me sentí un poco más armado. Además, me motivaba que el premio del programa no era plata sino ser protagonista de una película, o sea trabajo. Luego, me citaron y tuve que grabar una canción del filme (Breaking free en castellano) y mandar una foto, que me la sacó un amigo de mi hermana”, compartió. 

La primera prueba presencial fue en el Estadio Argentinos Juniors, donde los concursantes debían superar pruebas de baile y canto. Bruno avanzó y llegó hasta la gala cero del reality. “Supuestamente, citaban a 20 y quedaban 10. En principio, yo fui uno de los que no quedaron seleccionados y, al igual que los demás, me largué a llorar. Hasta que, minutos después, nos dijeron que era una joda y habíamos entrado todos al programa, así que se redobló el llanto, ¡no lo podía creer!”

Escuela musical: ¡actuar, bailar, cantar!

Walter estuvo presente en todo el certamen de talentos conducido por Matías Martin y emitido tanto por El Trece como por Disney Channel, desde julio de 2007 hasta octubre de ese mismo año. En el transcurso de la competencia, interpretó temas en español y en inglés, del filme estadounidense y de cantantes como Queen, Soda Stereo, Sin Bandera, Alejandro Sanz, Cristian Castro, Chayanne y Stevie Wonder, por lo que pudo demostrar su versatilidad.

Sobre las herramientas adquiridas en el reality, y la posterior película, planteó: “En ese momento, hice de todo, teatro, recitales en estadios, el filme, y más adelante otras cosas con Disney como conductor. Cuando estaba en el set de filmación, sentía que había nacido para eso, que lo había hecho mil veces, ahí agarré seguridad en todos los lenguajes artísticos”.

En la versión cinematográfica argentina de High School Musical, titulada High School Musical: el desafío, dirigida por Jorge Nisco y con la participación del productor ramense Claudio “Peluca” Brusca, los personajes principales nacionales representan a los internacionales en el marco de una historia similar, vinculada a un nuevo año escolar atravesado por las vicisitudes de la adolescencia. Por lo tanto, Fernando Dente alude al papel de Troy Bolton, Agustina Vera al de Gabriela Montez, Delfina Peña al de Sharpay Evans y Bruno al de Ryan Evans.

No obstante, los roles que se buscaban inicialmente en el concurso, y para los que competían los jóvenes postulantes, eran solo los de Troy y Gabriela. La idea de Sharpay y Ryan surgió al final del ciclo. Al respecto, el artista de Rafael Castillo relató: “Yo venía 'Troy, Troy, Troy'. Y dos programas antes de terminar me dijeron que me veían para Ryan. Ese día, me encerré en el camarín, me enojé y me puse a llorar, ¡hice una escena de pibe! Ahora, lo cuento y me da vergüenza (risas). Mi coach vocal y los productores me dijeron 'te están dando esta oportunidad, no la desperdicies, ponéle onda'. Hablé con mi familia, ¡y salí a defender el personaje!”

Acerca de la repercusión de High School en su vida, reflexionó: “Yo era un chico que vivía en Rafael Castillo y veía muy lejana esa oportunidad, porque siempre se dice que están todas las chances en Capital Federal, no en las distintas provincias. Yo jamás reniego de dónde vengo, de hecho, soy la persona que soy por todo lo que he vivido, lo valoro mucho. Si bien obviamente hay otras posibilidades por estar en Capital, nada te hace menos por vivir en cierto lugar, o por las condiciones en las que uno vive, ¡somos todos iguales!”

Asimismo, añadió: “Sí cambió mi vida en el sentido de vivir una realidad que no sabía que existía, por ejemplo, firmar autógrafos y tener fanáticos. De todos modos, siempre tuve muy en claro que no quería, y tampoco me importa ahora, la fama. Mi meta sigue siendo que me reconozcan por lo que hago. High School me abrió la puerta a la vida del artista”.

Luz, cámara, ¡acción! en UNLaM

Una de las escenas de High School Musical: el desafío se rodó en el campus deportivo de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). Se trata del cuadro musical Siempre juntos, en el que un grupo de estudiantes de la escuela secundaria que integra el equipo de rugby Los Jaguares intenta convencer a su amigo y líder, Fer, para que participe en el concurso de bandas. Sin embargo, éste se niega porque dice que no canta ni puede bailar, aunque finalmente lo termina haciendo.

Acerca de esa jornada de filmación, Walter señaló: “Ahí me sentí un poco más local. Aunque no me tocaban escenas ahí, en los días que no estaba pedía ir y me dejaban. Incluso esa vez fueron familiares míos porque les quedaba cerca la grabación. Y le pedí a la vestuarista el traje de los rugbiers, y Agus y Delfi -que tampoco grababan esa vez- le pidieron el traje de porristas. Nos los hicieron y estuvimos haciéndole el aguante a nuestros compañeros en esa jornada nocturna”.

En torno a esta Casa de Altos Estudios, resaltó: “El predio deportivo estaba buenísimo. Yo ya tenía buenas referencias porque, cuando me había ido a estudiar a Luján, dos amigos cursaban Ingeniería Informática en UNLaM, estaban muy contentos y me hablaban súper bien de la Universidad. Ahora, mi sobrino se está por recibir ahí de Licenciado en Educación Física”.

Un ser de luna

El 1 de diciembre de 2023, tras varios años de desear el desarrollo de su propio camino musical, y de trabajar en su repertorio, Walter estrenó en plataformas digitales su canción con tintes poéticos Ser de Luna, cuyo videoclip puede verse en YouTube. Próximamente, lanzará nuevos singles y los presentará en un show en vivo.

“Tenía la vara muy alta, no quería lanzar un tema así nomás. Me siento contento porque me animé y me di cuenta de que mi miedo era a la escritura de las letras y al qué dirán, debido a que en todos los proyectos de hasta ese momento solo había estado como intérprete, eran producciones de otros”, manifestó.

El legado

A lo largo del tiempo, Bruno integró proyectos audiovisuales y teatrales como Zapping Zone, Highway: Rodando la Aventura, La Novicia Rebelde, El Ángel de la culpa (nominación a los Premios ACE), La Mala Fe, The Rocky Horror Show, Waterloo - A bailar, El cruce - farsa sindicalista, El pasado, Borkman, Hombre viajando en taxi, Juegos de amor y de guerra, Daytona y Streaming.

“El arte está presente en mi vida desde que soy muy chiquito. Ahora, estoy haciendo otros trabajos también, como atención al cliente, y trato de meterle un poco lo relacionado con la actuación, en el sentido de estudiar a las personas. Todas las experiencias de la vida, sean artísticas o no, me suman”, valoró.

Por último, otro de los roles del artista matancero es el de docente de canto. Sobre esta faceta, mencionó: “Lo que más me motiva es cómo entran los estudiantes a mi clase y cómo se van. Eso que logramos en equipo es lo que más me llena. Si bien les doy herramientas técnicas y demás, saben que es un espacio para probar y salir de la realidad, un lugar para cambiar el ánimo”.