Cine en casa: “Sueño paralelo”, un thriller con historia

Hay circunstancias que hacen que uno cambie la manera en que ve a las personas que lo rodean. Para confirmar esto hay que ver Sueño paralelo. Se trata del cortometraje de suspenso realizado por un grupo de estudiantes de la Tecnicatura en Artes Audiovisuales, del Instituto de Formación Profesional y Capacitación de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). Dicha obra audiovisual puede visualizarse en el canal de YouTube de la productora, GenerArg Producciones.

Respecto a la premisa del filme, su productora ejecutiva y guionista, Lucía Caruso Tonnier, explicó: “Es un thriller con historia. Sueño paralelo viene a romper con lo que vemos de los demás, quizás alguien puede mostrar ser una cosa, y es otra. Entonces, viene a cambiar con el concepto de lo que vemos en los que nos rodean”.

Aunque el relato se trata de una ficción y no está basado en ningún caso que los miembros del equipo hayan conocido de manera directa, sí está vinculado con hechos del pasado que marcaron la Historia Argentina. Una vez que el grupo estableció la idea principal, investigó con profundidad todo lo acontecido en la época a la que hace ciertas referencias el cortometraje.

En cuanto al género thriller, el encargado de las redes sociales del filme y de la gestión del podcast paralelo, Juan Cruz Arguello, describió: “Se intentó plasmar principalmente a través de la fotografía y la música, para generar ese clima de suspenso. No buscamos mostrar algo que fuera explícito con respecto a lo que es la Historia, sí marcar el suspenso, que es lo que le está sucediendo al personaje protagónico”.

La realización abarcó un cuatrimestre del ciclo lectivo y se abordó desde las materias “Taller Integral”, “Arte Digital y Animación II”, “Narrativa Audiovisual Transmedia” y “Redes Sociales y Nuevas Plataformas”. Sobre el rodaje, implicó tres extensas jornadas y la locación fue la casa de la abuela de una de las integrantes del grupo.

“El desafío mayor que tuvimos fue que teníamos una idea acorde a una locación, entonces habíamos planteado cuestiones del guion puntualmente para ese lugar, pero cuando íbamos a hacer el scouting, se cayó. En diez días tuvimos que conseguir otro espacio, y ahí surgió la posibilidad de grabar en la casa de la abuela de nuestra compañera, por lo que tuvimos que cambiar aspectos del guion a último momento para la locación nueva. Y otro desafío fue cuando tuvimos que extender el rodaje a una jornada más, debido a que estábamos trabados en una escena”, recordó Lucía.

Asimismo, sobre los aprendizajes destacó: “Corrimos con la ventaja de que, aparte de ser un grupo de trabajo, se formó una amistad. Ya veníamos trabajando juntos, entonces ya nos conocíamos. ¡Lo vincular fue hermoso!”. Y, a continuación, Juan Cruz agregó: “Tuvimos una comunicación diaria y un concepto hacia dónde queríamos ir para cumplir las metas. Ante cualquier inconveniente que surgía se trataba de bajar un poco, era decir 'pongámonos en frio', y buscar una solución para no trabarnos y que no se nos genere una complicación”.  

Acerca de la oportunidad de presentar la obra audiovisual en el Teatro Universidad, Arguello valoró: “¡Para el grupo fue única! Era nuestra primera experiencia con un público, y en lo que uno más quiere, que es plasmar lo realizado en una pantalla, principalmente en un cine. Eso era como una emoción que no se podía controlar, porque es algo que uno viene imaginando desde antes de comenzar la carrera. ¡Fue una gran satisfacción poder hacerlo! Y eso motiva a seguir generando cosas”.

Posteriormente, el filme llegó a YouTube, donde también fue muy bien recibido. Y algo similar ocurrió con una historia paralela, desarrollada por el mismo grupo, que consiste en cinco episodios de aproximadamente diez minutos de duración cada uno. “Yo creo que, si seguimos con este camino, con las redes sociales y la promoción de Sueño paralelo, va a ser bien recibido, sobre todo en nuestro país y en Latinoamérica (por lo que vimos en las estadísticas de los lugares donde nos miran)”, concluyó Caruso Tonnier.

Además de Lucía y Juan Cruz, el grupo detrás del cortometraje está integrado por: Adrián Pintos (actor), Javier Meza (actor), Valentín Rey (actor), Vanina Alegre (redes sociales, narrativa transmedia, fotos), Juan José Barraza (arte y animación digital), Alejandro Correa (cámara y narrativa transmedia), Naara González Santillán (directora de fotografía, fotos), Daiana Grazioli (productora), Johana Jimenez Ortiz (arte y animación digital, narrativa transmedia), Nahuel Miranda (director, idea y guion), Analuz Rey (directora de arte, casting, actriz), Juan Pablo Rojo (edición y montaje, diseño sonoro, guion), Florencia Sanchez (directora de arte, actriz) y Damián Saveika (colaboración en guion y sonido).