Semana Mundial de la Lactancia Materna: “En los últimos 40 años empezamos a revalorizar la lactancia”, señalan

Mariela Tenisi, docente e investigadora de la Universidad Nacional de La Matanza, pondera las propiedades y principales características de la leche materna. Destaca las ventajas tanto para el lactante como para las personas que amamantan y analiza la influencia de factores culturales.

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En caso de que se quiera y se pueda amamantar, los beneficios que esta práctica trae son muchos. Hoy en día existe una amplia evidencia científica que respalda los beneficios de la lactancia, no solo para la salud de los lactantes, sino también para la salud de la persona que amamanta, la sociedad, la economía y hasta el ambiente.

"La leche posee una amplia cantidad de nutrientes, células e inmuno-componentes adecuados y específicos para nuestra especie, lo cual la hace irremplazable e inigualable frente a sus sustitutos llamados 'fórmulas'. Estas no son más que leche de vaca a la cual se les ha modificado sus componentes. Por ejemplo, se disminuye su contenido de proteínas y sodio para agregarles grasas de otras especies o vegetales e hidratos de carbono", apunta Mariela Tenisi, asesora técnica del área de Nutrición del Ministerio de Salud de la Nación y docente de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM).

"Es importante tener en cuenta que, cuando hablamos de la leche humana, hablamos de un tejido vivo y complejo, de composición variable que no sólo posee componentes nutricionales, sino también funcionales", destaca la investigadora en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.

Un cambio de perspectiva

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Según Tenisi, en los últimos 40 años se empezó a revalorizar la lactancia, luego de que la publicidad agresiva de las empresas elaboradoras de fórmulas infantiles hizo creer a las madres que su leche “no era buena o suficiente”. "Un punto de inflexión fue a partir de 1981, con la creación del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna. Este Código fue creado por la Asamblea Mundial de la Salud en respuesta a la preocupación por la comercialización inapropiada de los sucedáneos de la leche causaba gran cantidad de muertes infantiles", indica la especialista.

Desde ese momento, se está revalorizando gradualmente la lactancia ya que como ciudadanos contamos con más acceso a la información. Tenisi señala que de a poco debemos ir comprendiendo la importancia de las redes y la corresponsabilidad en esta tarea ya que se trata de un hecho colectivo y, además, de un derecho del bebé y de la persona que amamanta.

"Como sociedad, debemos entender que cuando una persona amamanta todos somos parte para ayudar a que eso suceda. Por ejemplo, colaborar en las tareas del hogar, en el cuidado de los hermanitos, en el lugar de trabajo dando un lugar para que las empleadas que están en etapa de lactancia puedan extraerse, dejar de estigmatizar si una persona amamanta en público", explica. A su vez, sin dudas, también hay nuevos desafíos, ya que las mujeres tienen ahora más participación en el mercado laboral y, por ende, a la carga de cuidados se suma la laboral, que algunas veces puede ser una causa de abandono o disminución de la lactancia.

Una larga lista de beneficios

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Los niños amamantados tienen menor riesgo de padecer otitis media, infecciones respiratorias e infecciones gastrointestinales y, por lo tanto, menores chances de tener internaciones por estas causas y menor mortalidad. A su vez, también disminuye el riesgo de muerte súbita del lactante y, en el caso de los prematuros, disminuye el riesgo de padecer una enfermedad muy grave llamada enterocolitis necrotizante.

También podemos ver beneficios a largo plazo en la salud, vinculados con la disminución del riesgo de padecer diabetes y obesidad en los niños amamantados. Para darse una idea de los alcances, el aumento de la práctica de la lactancia acorde a los niveles recomendados puede impedir aproximadamente 823.000 muertes infantiles y 20.000 muertes por cáncer de mama cada año.

Por otra parte (y no menos importante), las personas que amamantan presentan menor riesgo de sangrado posparto y más rápida recuperación del útero, menor riesgo de cáncer de mama y de ovario y menos chances de tener sobrepeso luego del parto.