Obtienen datos de la migración humana a través del estudio genético de insectos
Así lo comprueba un estudio internacional con participación de un científico del CONICET; analizaron 274 de piojos aislados en 19 países. Estos parásitos y la humanidad han coevolucionado durante millones de años.
Los piojos de la cabeza conviven con los humanos y sus antepasados desde hace por lo menos dos millones de años, por lo que el estudio de su variación genética en distintas regiones puede brindar información sobre los movimientos de poblaciones a lo largo de la historia. Así lo comprobó un estudio internacional del que participó un científico del CONICET. El hallazgo fue publicado recientemente en la revista científica PLOs ONE.
El equipo de investigación realizó análisis genéticos a 274 piojos humanos de 25 sitios geográficos de 19 países como Nepal, Tailandia, Camboya, Croacia, Países Bajos, España, Estados Unidos, Honduras, México, Perú y Argentina. A su vez, esa información se cruzó con datos arqueológicos y biológicos relacionados con eventos migratorios humanos, el ciclo de vida de los piojos, sus niveles diferenciales de parasitismo y otras variables para simular escenarios estadísticamente probables.
“La información genética de los piojos analizados y otras variables revelan la presencia de dos olas migratorias diferentes en la colonización de América. Una proveniente del Este de Asia relacionada con la llegada de los primeros colonizadores que cruzaron el estrecho de Bering hace aproximadamente 16 mil años atrás y otra ola proveniente del arribo de europeos en tiempos más recientes. Desde ya que se sabía de estas olas migratorias, pero en este trabajo comprobamos que los genes de los piojos registran la historia de los viajes globales de sus ‘anfitriones’”, señala Ariel Toloza, investigador del CONICET en el Centro de Investigaciones en Plagas e Insecticidas (CIPEIN, CONICET-UNIDEF).
Un estudio con grandes resultados
El estudio también reveló la presencia de dos grupos de piojos muy diferentes que no se mezclaron y con orígenes diferentes. El grupo I fue encontrado en piojos de todo el mundo mientras que el grupo II fue encontrado solamente en piojos provenientes de América y Europa.
“Los únicos piojos que compartían un ancestro con ambos grupos fueron aquellos que pertenecían a América sugiriendo ser el resultado de cruzamientos entre los piojos descendientes de las poblaciones que cruzaron el Estrecho de Bering y de los descendientes de europeos”, puntualiza Toloza. Y continúa: “Esto estaría reflejando los movimientos de los pobladores que arribaron a América desde Asia y los europeos llegados el continente luego de Cristóbal Colón”.
Así como los piojos colectados en Centroamérica tenían una asociación con los primeros pobladores que llegaron de Asia, “los aislados en Sudamérica eran más parecidos genéticamente a los piojos procedentes de Europa”, añade Toloza.