Diseñan un modelo de simulación de actividad cerebral para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas

El estudio, liderado por un especialista del CONICET, comprobó además que el origen geográfico de los pacientes determina la velocidad con la que progresan estas enfermedades.

Una investigación recientemente publicada, a cargo del investigador del CONICET Enzo Tagliazucchi, junto con especialistas de la RedLat, aplica un novedoso modelo computacional que muestra cómo el comportamiento anómalo del cerebro se agrava con los años de la enfermedad y es mucho más marcado en pacientes que vienen de países con contextos más desafiantes.

“El Alzheimer es una enfermedad difícil de tratar. Los fármacos actuales únicamente permiten tratar algunos de los síntomas asociados. Los modelos que nosotros diseñamos podrían permitir simular la interacción con las sustancias químicas y el cerebro para ver cuáles fármacos son capaces de normalizar algunos efectos de la enfermedad”, explicó Enzo Tagliazucchi, quien también forma parte del Instituto Latinoamericano de Salud Cerebral (BrainLat) en la Universidad Adolfo Ibañez, de Chile.

El estudio analiza, a nivel neurobiológico, cómo las neuronas se hiperexcitan, lo cual puede llevar a cambios estructurales del cerebro a medida que estas enfermedades avanzan y terminan causando la muerte de las neuronas. El trabajo está basado en miles de datos de personas provenientes tanto de Estados Unidos como de Argentina, Colombia, Chile, Perú, México, como de otros países de Latinoamérica.

“Nosotros, gracias a este modelo computacional, demostramos que esa hiperexcitación se vuelve más marcada a medida que avanza la enfermedad, y que la velocidad con la que se vuelve más marcada es más grande según el origen geográfico. Por ejemplo, una persona que tenga esta enfermedad desde hace cinco años en Latinoamérica va a tener este fenómeno mucho más intensificado que alguien que tiene cinco años con la enfermedad en el Hemisferio Norte”, afirmó Tagliazucchi a Prensa CONICET.

Según el especialista, estas enfermedades, además de aparecer por predisposición genética, se profundizan por lo que se llama ´factores ambientales´, tales como el estrés, el nivel de nutrición, la educación, y otros factores socioeconómicos, que influyen en la actividad cerebral.

Asimismo, el experto aseguró que el modelo de simulación “es menos costoso que un ensayo clínico en el mundo real, y en fase preliminar pueden llegar a servir para limitar o apoyar el uso de ciertos fármacos antes de continuar su estudio”. El paso siguiente para el equipo será hacer una caracterización más fina de los factores asociados al envejecimiento y su influencia en estas enfermedades.