Ramos Mejía: una institución que asiste a personas con discapacidad pelea para mantener su servicio

Debido a la falta de pago de las obras sociales, peligra el normal funcionamiento del Instituto de Educación Especial Fracoise Dolto. A pesar de haber realizado los reclamos, no cuentan con los recursos suficientes para poder mantener el establecimiento, al que acuden 180 personas.

El Instituto Francoise Dolto es un centro educativo terapéutico y centro de día que, actualmente, atiende a 180 que van desde los cuatro hasta los 60 años. Está ubicado en Álvarez Jonte 321, en la localidad de Ramos Mejía, y, por la falta de pago de varias obras sociales desde hace cinco meses, está por cerrar. A este panorama, se suman los aumentos de las tarifas de los servicios, lo que complica el normal funcionamiento del establecimiento.

En diálogo con Todo de Vuelta, por Radio Universidad, Verónica Figueredo, directora del espacio, indicó: “Hay prestaciones que se perderán con el aumento, ya que no alcanza para cubrir los sueldos y las personas con discapacidad necesitan de un asistente porque son dependientes”.

“Nosotros atendemos a personas con discapacidad física y mental, a ellos se los asiste tanto en la alimentación como en la higiene. Muchos permanecen en el lugar todo el día, mientras que otros están medio día y reciben terapias como psicopedagogía y psicología, y realizan actividades pedagógicas o de socialización, lúdicas, es decir, diferentes actividades”, detalló.

En cuanto a los reclamos que se realizaron ante la falta de pago y atrasos de las obras sociales, Figueredo explicó: “El nomenclador y los ajustes son regulados por la Agencia Nacional de Discapacidad, que preside el sistema que cubre las prestaciones. Se llevan a cabo reuniones todos los meses, pero la temática de los costos no se trata e incrementan lo que quieren; en 2017 se dio un 15 por ciento de aumento que no alcanzó, ahora un 20 por ciento y las cifras hablan por sí solas, las obras sociales pagan según el nomenclador, muy pocas cumplen”.

Ante este panorama, la directora del instituto aseguró que, de cerrarse el espacio, las personas que acuden allí tendrán muy pocos centros a los cuales recurrir. “No hay lugares estatales que brinden estos servicios y, por eso, lo cubre la parte privada y están en riesgo... no sabemos cuántos meses más vamos a poder solventar esto. No sabemos si llegamos a mitad de año, porque la gente que trabaja con nosotros vive de esto. No sabemos qué vamos a hacer y esperamos que las autoridades puedan dar una solución y entender nuestra situación”.

El edificio está emplazado en un predio de 2.000 metros cuadrados y cuanta con aulas, salón de usos múltiples, salón de actos, sala de hidroterapia, sala de estimulación sensorial, enfermerías y amplios. Allí, el instituto cuenta con un centro de día que recibe a jóvenes y adultos con discapacidad motora y mental, con necesidades de asistencia y atención educativa-terapéutica sostenida. 

El objetivo de la institución es estimular y potenciar las habilidades y conocimientos de los concurrentes a través de diferentes actividades y de apoyo terapéutico. Todas las actividades que se brindan son coordinadas por un grupo de profesionales del área de salud y educación, quienes dan atención grupal o individual de acuerdo a las patologías, aseguran.