Virrey del Pino: piden espacios verdes y públicos para la comunidad

Vecinos del barrio Nicole luchan por el reacondicionamiento de la única plaza que queda en el lugar.

Los vecinos del barrio Nicole en Virrey del Pino atraviesan, hace quince años, una lucha en común: el pedido de una plaza correctamente acondicionada para el disfrute de toda la comunidad. Esto implica desde juegos para los chicos hasta veredas para que las familias puedan caminar sin correr el riesgo de ser heridos por los vehículos que pasan cerca.

El barrio está ubicado a la altura del kilómetro 35 de la Ruta Provincial N°3 y cuenta con una sola plaza, que es la que los vecinos quieren recuperar y por lo cual también piden más espacios verdes y públicos a través de reclamos municipales. “Nosotros somos de trabajo, somos muchas mujeres, pero nos ven trabajando siempre, no convocamos a nadie para que venga y nos ayude, no, lo hacemos nosotros”, protestó Susana Sotelo, vecina de Barrio Nicole.

Según le contó a este medio, anteriormente, la plaza era una “laguna” porque tenía un pozo en el medio que se inundaba por siete días después de una lluvia, lo que impedía que los chicos pudieran utilizarla. Poco a poco, se encargaron de rellenar el espacio, limpiar, plantar árboles y construir algunos juegos para los chicos del lugar.

Contrario a lo que se cree, Vilma Cardozo, vecina de barrio Nicole, aseguró que el lugar está entregado por tierra y figura en el plano como una plaza, es decir, que no se trata de “tierras usurpadas”. Incluso, los vecinos pidieron medidores de luz para poder abonar y juntaron una gran cantidad de firmas, pero no se los otorgaron.

Vanesa Cardozo, otra de las vecinas, manifestó la necesidad de una vereda y más espacio en el colegio de Nicole. Aunque se habían comenzado obras para agrandar la escuela, se detuvieron a fin de año y, a pocos días de iniciar las clases, aún no fueron terminadas y lo solucionaron con “una chapa” en el techo. “Si a mi hijo lo llegan a pasar ahí, no lo mando. No lo mando. Porque mi hijo se merece estudiar en un lugar como la gente, una educación digna”, reclamó indignada.

El lugar tiene una sola línea de colectivo que funciona en un horario en particular, lo cual hace más difícil la salida del barrio fuera de esas horas estipuladas, y una sola sala de emergencias. “Nosotros tenemos un horario para enfermarnos. Nos podemos enfermar de 8 a 14 los días martes, porque es el único día que tenemos un médico”, comentó Cardozo.