Padre “Bachi”: a dos años de su fallecimiento, su comunidad celebra su compromiso con La Matanza

Este 29 de agosto se realizarán actividades en el barrio Almafuerte, organizadas por los vecinos, en conmemoración de su trabajo incansable.

Este lunes 29 de agosto se conmemora el segundo aniversario del fallecimiento del padre Basilicio “Bachi” Brítez, el cura de la Parroquia San Roque González y Compañeros Mártires, que perdió su lucha contra Covid-19 y otros virus intrahospitalarios en la Clínica San Camilo en 2020. No solo se desempeñó en dicha institución durante 20 años, también fue un personaje clave en el avance de la urbanización del Barrio Almafuerte, ex Villa Palito.

A pesar de los años sin su presencia física, su comunidad mantiene vivo su legado y compromiso con los vecinos a los que les dedicó gran parte de su vida, quienes lo homenajearon con murales, placas, imágenes y un busto que pueden encontrarse en todos los rincones del barrio. En esta fecha especial, el recuerdo al Padre Bachi comenzó el pasado domingo 21 con una merienda comunitaria, novelas y misas que se replicaron durante la semana.

Este lunes, el día de su fallecimiento, se tiene pautado un cronograma de actividades en su memoria que el hermano mayor de Bachi, Evelio Brítez, adelantó en diálogo con El1 Digital: “Vamos a dedicar el día a la misa y a la oración, convocando a la gente a que traiga una vela y prenderla en honor al Padre, como también flores para recordarlo”. Sin embargo, las familias del barrio Almafuerte nunca lo olvidaron.

En este contexto, Sofía Acosta, encargada del comedor Virgen de Guadalupe, destacó en este medio que “no hay momento en que no lo recordemos”: “Está siempre muy presente, nunca se fue”. Las actividades en conmemoración del Padre Bachi terminarán a las 19 con una misa y, posteriormente, culminarán la jornada con una “locreada” a cargo del comedor. “Se va a compartir con todo el barrio. Extrañamos su presencia física, su abrazo y sonrisa, lo tenemos que abrazar tal como lo hacía él con nosotros”, sostuvo.

Compromiso con la comunidad

“Vine para cuidar a la comunidad y a la familia del Padre Bachi, para que no se caiga y siga todo lo que se comenzó”, aseguró en este medio el Padre Carlos ‘Charly’ Olivero, párroco de San Roque González y otros Mártires y amigo de Bachi. En este contexto, aseguró que la Iglesia “tiene una capilaridad que es muy importante y una institucionalidad que está en todos los barrios”.

“Especialmente en los populares, el acceso a los derechos siempre es menor, es más difícil acceder al trabajo, al estudio, a la salud y a alguna propuesta para el desarrollo personal y del tiempo libre. Pero la Iglesia recibe las inquietudes de los vecinos y organiza respuestas para garantizar esos derechos. Alrededor de todo ese trabajo que hizo Bachi, y que hoy seguimos adelante, se va trabajando una comunidad que genera vínculos y se acompaña”, destacó.

Su influencia en la urbanización

En el año 2004, Bachi, aun como sacerdote, decidió acompañar los cambios que permitirían a las familias del barrio Almafuerte, en ese entonces Villa Palito, acceder a una mejor calidad de vida.  “El trabajo que hizo desde la Parroquial y él como sacerdote del barrio con la urbanización, acompañó muchísimo. Acompañó a la persona que estaba encabezando esa cooperativa, en ese momento, Juan Enríquez, y fue algo maravilloso que haya podido participar de la urbanización.”, recordó Brítez.

Y agregó: “Para todos nosotros esto realmente fue una justicia, y es una dignidad impresionante poder tener las viviendas propias y en las condiciones en que las tenemos”. De la misma manera, Acosta expresó que Bachi “tuvo mucho que ver con el avance del barrio”. “Ahora se sigue su camino, ya contamos con 150 casas y se sigue, casi con todo el barrio urbanizado”, sostuvo.

Un barrio que no lo olvida

A pocos días de cumplirse el primer aniversario de su muerte, el barrio sumó un nuevo homenaje: la calle Padre Bachi. “La Municipalidad emitió un decreto para que, por ley, la calle Tucumán se llame ‘Padre Bachi’, mientras que la que la cruza se denomina ‘Diego Armando Maradona’. El cambio se hizo cuando estábamos en proceso de traer su cuerpo a Almafuerte”, recordó Acosta. Actualmente, sus restos descansan en la Parroquia San Roque González y Compañeros Mártires, junto a su comunidad.