La Última Cena y el origen de un “maleficio”

En la tradición cristiana, cada Jueves Santo se conmemora la Última Cena de Jesús con los apóstoles. En esta representación también tiene su origen una creencia popular: volcar la sal trae mala suerte.

La vida cotidiana está atravesada por numerosas creencias sin sustento pero que muchas veces modifican el comportamiento. Pasar por abajo de una escalera, abrir un paraguas bajo techo o derramar sal son de esas supersticiones que forman parte de la cultura popular. En La Última Cena, Leonardo Da Vinci plasma una de estas supersticiones.

Pero ¿cuál es el origen de creer que volcar sal en la mesa trae mala suerte? En tiempos del Imperio Romano, a los soldados y funcionarios públicos se les pagaba con sal, un producto muy valioso y apreciado. Esos paquetes, utilizados como moneda de cambio, recibían el nombre de salarium, término que derivó en la palabra salario tal y como se la entiende hoy. 

Entonces, que se cayeran las bolsas de sal y se derramara era, sin dudas, mala suerte. Esa idea está plasmada también en el mural La Última Cena. 

Da Vinci y los misterios de La Última Cena 

La Última Cena es una de las pinturas más reconocidas de la historia. Este mural pintado por Leonardo Da Vinci entre 1495 y 1497 muestra el momento bíblico en el que Jesús, sentado a la mesa acompañado de sus discípulos, anuncia que uno de ellos lo traicionará. Pero el pintor sumó ciertos detalles que iban más allá de la escena retratada. 

Da Vinci logró plasmar emociones claras en el rostro de cada uno de los apóstoles: unos se asombran, otros se espantan, otros se levantan porque no comprenden, mientras que Judas retrocede al sentirse aludido. Y allí vuelca la sal. Un mal augurio. 

Otra de las curiosidades sobre el famoso mural es la controvertida teoría de que Juan, el más joven de los discípulos, podría ser en realidad María Magdalena. En efecto, al comparar la figura del apóstol Juan con el resto, se puede identificar rasgos más finos y armoniosos. Esta teoría aparece en el libro “La revelación templaria”, de Clive Prince y Lynn Picknett, y en la novela “El código da Vinci”, de Dan Brown.  

La obra, en detalle 

Google y la Royal Academy of Arts trabajaron de manera conjunta en una versión escaneada de alta resolución de una copia de La Última Cena de Leonardo da Vinci. 

Da Vinci pintó la obra original entre 1495 y 1498 en el refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, en Milán. La realizó al temple y óleo en una pared de yeso seco, lo que dificultó su mantenimiento. Sin embargo, sus estudiantes realizaron una copia utilizando óleo sobre lienzo, prácticamente en la misma época que se pintó la original.

Esta copia está en poder de la Royal Academy desde 1821. En Google Arts, se puede acceder a una versión online con alta resolución en la que, al hacer zoom, se pueden apreciar todos los detalles de esta gran obra de arte.