H.I.J.O.S. La Matanza y 40 años de una democracia que aún pide memoria, verdad y justicia

Integrantes de la organización de Derechos Humanos recordaron sus inicios y apuntaron al “pacto de silencio e impunidad que mantienen los genocidas”.

Mientras se conmemoran los 40 años de democracia ininterrumpida en todo el país, H.I.J.O.S. La Matanza recuerda los inicios de su organización, la historia de sus integrantes, el camino recorrido y su postura frente al advenimiento de una nueva perspectiva sobre las ideas de Memoria, Verdad y Justicia.

Lily Galeano, integrante fundadora de H.I.J.O.S. La Matanza, le contó a El1 que todo comenzó con “dos compañeras que se encontraban realizando unos trámites en la Comisión Provincial de la Memoria en La Plata” (DIPPBA): en el mostrador, preguntaron por un expediente, un legajo con el apellido Chirichimo, perteneciente a un meteorólogo y padre desaparecido de una de las jóvenes. Por destino o casualidad, Nilda Eloy, detenida durante la dictadura y futura referente de la organización, pasó por la recepción y, al oír el nombre, regresó: había estado en detención junto con un tal Chirichimo, de profesión meteorólogo.

“La compañera cuenta que ese momento fue muy emocionante, porque era la primera vez que se encontraba con una testigo que había visto a su padre en un centro clandestino”, compartió Galeano. Tras ese hecho, durante los últimos días de 2012 se organizó una reunión en la Región Municipal Descentralizada de Ramos Mejía en que participaron hijos de desaparecidos que tenían en común la militancia de sus padres en organizaciones políticas durante los ´70s.

“Lo que recuerda el testimonio de Nilda Eloy fue el puntapié para que todos estos hijos, que no sabíamos nada de nuestros padres, comenzáramos a transitar este camino que hicimos durante diez años”, determinó Galeano, referente en Derechos Humanos a nivel local.

H.I.J.O.S. La Matanza, en actividad

Sobre sus proyectos más destacados, miembros de H.I.J.O.S. destacaron a este medio las señalizaciones en hogares particulares donde vivieron los desaparecidos “para poder darles identidad”, vigilias para dar a conocer la agrupación y colocación de placas como mesas de la memoria, que comenzaron en localidades como Villa Constructora o en Isidro Casanova, donde figura Laura, la hija de Estela de Carlotto.

Alejo Rivera, integrante de la entidad, señaló que, cuando comenzó con la militancia en esta organización, “los genocidas todavía caminaban impunes” en las calles. “Íbamos a las casas de los genocidas para contarles a los vecinos que al lado de su casa vivía una persona que había secuestrado, torturado, que había sido parte del plan sistemático de robo de niños y que generó 30.000 compañeros detenidos y desaparecidos”, ilustró.

Sobre la actualidad, Rivera recriminó: “Hoy, esos genocidas siguen manteniendo un pacto de silencio e impunidad. Estamos a punto de cumplir 40 años de democracia y vemos que la futura vicepresidenta de la Nación niega la cifra de los desaparecidos. Queremos que esas personas a las que ella va a visitar nos digan dónde están los desaparecidos, los restos, los hermanos que nacieron en cautiverio... Queremos Memoria, Verdad y Justicia”.