Cada vez hace más frío: ¿volverá a nevar en La Matanza?

El Servicio Meteorológico Nacional anunció temperaturas bajo cero para el próximo fin de semana. La expectativa de un helado invierno y la caída de nieve en el AMBA se hace cada vez más fuerte.

Nieve en el AMBA

El 7 de julio de 2007, un frente frío seguido de aire de origen polar avanzó por la Patagonia y se extendió hasta el centro del país. Dos días después, en pleno Día de la Independencia, se vivió un fenómeno inusual e inesperado: una nevada en todo el Área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que duró alrededor de diez horas.

Este año, el panorama es similar y, según los especialistas, no se esperan temperaturas que superen los 20 grados hasta pasado el invierno. Por eso, la expectativa de la caída de nieve se hace cada vez más alta, con una etapa neutral que se da por la transición entre los fenómenos del Niño y la Niña, que trae modificaciones y complicaciones a nivel atmosférico.

“Esta etapa neutral le abre las puertas a los flujos polares normales que se mueven en la Cordillera y suben desde la Antártida para que entren de manera más centrada al país”, comenzó su explicación Emiliano Presta, meteorólogo. El problema es que está sucediendo “mucho antes de lo esperado” y de manera consecutiva.

Algunos días, el viento cambia al norte y aplaca el frío, pero después llega otra entrada de frío de otro pulso polar que desploma las temperaturas, que rozan los cero grados. Toda esta variabilidad permite a los meteorólogos determinar que el próximo invierno será “crudo y más frío” que en temporadas anteriores.

Así, se abre la posibilidad de la caída de la nieve o aguanieve: el próximo fin de semana, las temperaturas estarán por debajo de los cero grados. Antes, entre el jueves y el viernes, entrará un flujo polar muy fuerte que se sentirá recién para el fin de semana... la probabilidad de la nieve se dará en la zona sur de la Provincia: Sierra de la Ventana y Tandil, entre otros puntos, serán protagonistas de este fenómeno.

¿Cuándo nevará en Buenos Aires?

Con respecto al AMBA, Presta resaltó que hace falta un factor más para llegar al esperado fenómeno: humedad. “Para que la nieve pueda condensarse y convertirse en copo, se necesita que, a la altura donde se forman las nubes, que es de entre cuatro y cinco kilómetros de altura, debe haber un porcentaje mínimo de humedad. Esto ayuda a la nubosidad y a la gota de agua a condensarse, para luego congelarse y que, en todo el trayecto, no se derrita”, explicó.

Y continuó: “Para estas fechas, lo que resta de mayo, en el AMBA y toda la zona costera y aledaña al Río de la Plata no se espera que esto pase. Si bien se tiene el pulso polar, no se tiene el flujo de humedad”. Pero las esperanzas no se pierden... El especialista señaló una cuestión clave: “Si estamos en pleno mayo y ya a esta altura tenemos la posibilidad alta de que la nieve se acerque al AMBA, la probabilidad de que el fenómeno se dé acá pasa a ser superior al 50 por ciento. ¿Que va a caer? Seguro que sí”.

Nieve en el AMBA: ¿por qué no es un fenómeno repetido?

En 2009, la caída de nieve fue parte de un proceso que venía aparejado con una marcada característica de Argentina, que es la de tener las cuatro estaciones “bien marcadas”. Esto, con el paso del tiempo, se fue distorsionando y perdiendo. Ahora, se pueden ver y sentir inviernos cortos o veranos muy largos y primaveras y otoños que, prácticamente, no existen.

Cada sistema meteorológico cumple una función a nivel global que funciona a modo de cadena. Basta con que uno solo se altere para que eso repercuta de forma automática en todos los demás y, así, se altere toda esa cadena de sistemas, trayendo consigo un caos mundial.

En este desfase que se da en el país, que no es una situación normal climática, no es tan usual un “invierno crudo” con la probabilidad de agua o agua nieve. Algo que sería lógico y, hoy, “se perdió”. “El cambio climático y la distorsión con el clima son una realidad. Nosotros, que lo estudiamos día a día, no nos basamos en un cálculo matemático, sino que es algo palpable: lo vemos”, reafirmó Presta.

“Podemos jugar con que somos team verano o team invierno. Pero, en el medio, hay gente que la pasa mal. Una cosa es que haga frio o calor y sea pasable. Pero, cuando uno va a los extremos, se altera por completo. Y no solo cambia el clima a niveles meteorológicos, sino que también cambia el clima social. Las personas la pasan mal y esto genera un malestar social del que no se habla, pero que está presente”, reflexionó.