Apuñalamiento en una escuela de Gregorio de Laferrere: preocupación entre las madres

Preocupación, miedo y enojo son algunos de los sentimientos que por estas horas atraviesan las madres y los padres de los alumnos de la escuela primaria Nº 108 del barrio La Loma, en Gregorio de Laferrere, luego de la pelea entre dos de los alumnos dentro del establecimiento y que terminó con uno de ellos herido de arma blanca, afortunadamente fuera de peligro. El1 se acercó al lugar y, en ese contexto, dialogó con varias de las madres, quienes también plantearon cuáles son las medidas que reclaman a las autoridades educativas.

Sara, mamá de una de las compañeras del chico de 14 años que agredió con el arma blanca al otro adolescente, señaló: “Dos horas antes de que sucediera el hecho, mi hija fue a hablar con el director para contarle que el chico los estaba agrediendo verbalmente a todos. El director le respondió que a las tres de la tarde se juntarían con orientación para hablar sobre el tema. Dos horas después, ocurrió el hecho. Pienso que el director debería haber actuado en ese momento, porque él ya estaba advertido de la situación. Le mandé un montón de audios reclamándole por la integridad de mi hija”.

“Tengo la sensación de que dentro de la escuela los chicos tienen libertad para hacer lo que quieran y no hay una autoridad que los controle. Cuando vengo a sacar a mi hija por algún horario libre, me doy cuenta de que nadie los cuida. Los chicos están por cualquier lado y tengo que andar buscando salón por salón”, contó. Y recordó: “Hace aproximadamente un mes mi nena fue abordada por siete chicas, dos de las cuales eran mayores de edad. Fue en la esquina de la escuela, por suerte intervino la directora de la escuela primaria y la cosa no pasó a mayores”.

Reunión y reclamo

Otra mamá detalló el presunto motivo de la riña: “Se pelearon por una nena que supuestamente sería novia del agresor. Aparentemente, la niña se peleó con el agredido y la mejor solución que encontró el agresor fue hacer lo que hizo. Todos sus compañeros ya sabían lo que él iba hacer y por eso hicieron una ronda, porque él mismo lo había anticipado”.

Luego de la reunión con inspectores, psicólogos y otros integrantes de la comunidad educativa, Alejandra, mamá de un chico de 17 años con autismo integrado a un curso, evaluó: “Hay muchas quejas. Personalmente, mi hijo está en quinto año y el director siempre estuvo y me ayudó para incluirlo. Las veces que lo busqué, estuvo presente. En la reunión nos comentaron que les dieron licencia a todos los directivos porque va a empezar una investigación”.

Por su parte, la mamá de una alumna del 3° “G” del turno tarde, planteó: “Salimos recién de una reunión con la jefa de inspectores. Le pedimos que no dé clases hasta que nos dé una solución. Queremos la renuncia del director y de los preceptores, ella nos va a llamar en unos días. También pedimos que tres mamás estén en la semana para ver que los chicos no fumen porro, que no se agarren a las piñas, que no traigan cosas que no tienen que traer el colegio”.

“Queremos que los preceptores sean preceptores y que no te digan ‘Si no te gusta, cambialo de colegio’, como dijo el director. Hay audios que nosotras también presentamos. Ahora tenemos que esperar a que la inspectora nos llame y nos dé una solución. Pero nuestro pedido es que cambien al directivo”, concluyó la madre de una estudiante.