A horas de dejar la Presidencia, Alberto Fernández afirmó: "No es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción"

Mediante un mensaje grabado, el Presidente saliente hizo un balance de su gestión y admitió “el dolor profundo de no haber llegado a mejorar la vida de quienes aun están en la pobreza”.

“No es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo”, sostuvo el Presidente Alberto Fernández en un video que se emitió a horas de la ceremonia en la que deberá cederle el sillón de Rivadavia al economista Javier Milei. La afirmación fue luego de destacar que, el año próximo, ingresarán al país unos 35.000 millones de dólares por “exportaciones agrícolas, ganaderas, de gas y de litio”.

“Gracias al gasoducto que construimos, dejaremos de gastar 5 mil millones de dólares para importar gas licuado”, continuó y luego detalló que “las estimaciones (hasta el 2030) marcan que las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán el 80 por ciento”. También, de cara al futuro, destacó: “Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen”.

En otro tramo, Fernández que “no se alcanzaron los objetivos” propuestos en lo relativo al “fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza”. En esta dirección, aseguró: “Las circunstancias y el contexto no acompañaron”. ”Guardo conmigo el dolor profundo de no haber llegado a mejorar la vida de quienes aún están en la pobreza”, ahondó.

Sobre el escenario que recibirá la próxima gestión, indicó: “Argentina es un país mucho mejor que hace cuatro años: con más trabajo, más obras de infraestructura construidas, más viviendas, más industria, más universidades, más derechos para las mujeres y disidencias, más desarrollo de ciencia y tecnología”.

“Con semejante escenario no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo que tanto nos ha costado recuperar”, advirtió y, posteriormente, resaltó: “Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal, no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen".

Respecto de la pandemia, afirmó: “Estuvimos en el grupo de países que iniciamos la inmunidad de sus pueblos y llevamos adelante el plan de vacunación más grande que nuestra historia registra. Buscamos vacunas en todo el mundo. Fuimos parte de la producción de las mismas. Al día de hoy, hemos inoculado más de 130 millones de dosis de esas vacunas”.

“Guardo conmigo el dolor profundo de no haber llegado a mejorar la vida de quienes aún están en la pobreza. No voy a elegir el lugar cómodo de esperar el juicio de la historia que suele ser benévola con los expresidentes porque oculta los claroscuros del presente. Escucho y me hago cargo del juicio de mis contemporáneos. De sus entusiasmos, de sus enojos y sus críticas”, expuso. 

Por último, el Presidente saliente dejó un mensaje a poco de cumplirse cuatro décadas del momento en que Raúl Alfonsín asumía la presidencia: “A 40 años de la democracia, defendamosla cada día, como nos enseñaron las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo, y todos y todas quienes nos marcaron el camino. Hoy, más y mejor democracia, siempre”.