“Lo mataron por trabajar”, el dolor de los hijos del kiosquero asesinado

Los jóvenes hablaron en el marco de la multitudinaria marcha y manifestación que tuvo lugar en la tarde del lunes pasado en el corazón de Ramos Mejía. “En un minuto te cambia todo”, lamentaron.

En el marco de la multitudinaria marcha y manifestación que tuvo lugar en la tarde del lunes pasado tras el crimen del kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía, los hijos de la víctima hablaron con la prensa y pidieron justicia.

“Desde que tengo uso de razón hay inseguridad en Ramos… Toda la vida le tuve miedo a la muerte y, sobre todo, a la de mi papá y el domingo me lo sacaron”, expresó con dolor uno de los jóvenes al tiempo que alarmó: “Quiero que pongan más seguridad. Después se quejan de que los pibes se van del país, pero no hacen nada para que se queden. Yo ya me quiero ir del país, ¿Qué más quiero acá?”.

Otro de los chicos, que trabajaba en el comercio “Pato” junto a la víctima de 48 años, lo recordó: “Además de ser mi papá, era mi compañero, mi jefe, era todo. Yo a veces le discutía porque abría el kiosco todos los días, de domingo a domingo”.

“Hoy por hoy, el kiosco es la única fuente de ingreso de mi familia y me toca tomar el puesto de mi papá y me da miedo volver a trabajar en el lugar en que lo mataron. A mi viejo lo mataron por laburar”, enfatizó.

Y reflexionó: “Uno está preparado para perder a sus abuelos, a sus padres de grandes, pero no así de joven, que lo maten a balazos, uno no está preparado para eso. En un minuto te cambia todo”.

Por último, tras agradecerle al nutrido grupo de vecinos que salió a la calle a bramar por "Justicia por Roberto", dijeron que el último deseo que su padre les expresó una vez que hablaron de la muerte, es que quería que se tiren sus cenizas en el estadio de River Plate. “Algo de felicidad le daría a la familia”, cerró.