Un cachetazo a la ilusión mirasol

Almirante Brown jugó muy mal y cayó 2-0 en Isidro Casanova ante Estudiantes de Río Cuarto. Si bien sigue siendo el líder de la Zona A de la Primera Nacional, dejó la sensación de ser un equipo endeble para enfrentar las últimas cuatro fechas del certamen.

La historia volvió a repetirse como tantas otras veces en lo que va del campeonato. El equipo que conduce Darío Franco tenía la chance de estirar (o al menos mantener) la distancia con sus perseguidores, pero nuevamente fracasó en el intento. Y los cordobeses no dejaron pasar la oportunidad. Tres minutos le bastaron a los dirigidos por Iván Delfino para cerrar el partido y desnudar todas las dudas y las pocas luces del equipo aurinegro.

El partido empezó a jugarse en la semana. Tras la victoria en Belgrano, Almirante debía refrendar los tres puntos conseguidos y, para eso, su entrenador planteó un esquema distinto al que empleó en el encuentro anterior. Y le salió mal. Si bien Dattola se afirmó y controló a Silba en gran parte del encuentro, el resto no cumplió con lo esperado.

Por los costados, ni Guzmán (de muy pobre rendimiento) ni Ochoa fueron salida. Cristian Moreno jugó un partido para el olvido en una posición que no sólo no es la suya, sino que además ya había intentado ocuparla en otras oportunidades sin éxito  Y de ahí en más, poco para rescatar. Sólo el despliegue de Mariano Santiago y poco más, porque quienes se deberían encargar de armar juego estuvieron ausentes. El "Guri" García impreciso, "Pomelo" Vera irreconocible, "Naza" Bazán nunca entró en juego y así se hizo muy difícil.  


Pero claro, el primer tiempo encontró a un rival que tampoco ofreció mucho. De hecho, casi no hubo situaciones de gol. Un tiro de José Escurra (otro que jugó para el olvido) y una ráfaga de embates sin claridad en el final de etapa, le dieron algo de ilusión al público mirasol, que otra vez dijo presente en gran número en el Fragata Presidente Sarmiento.

La tarde-noche pedía cambios a gritos, pero Franco no realizó variantes y entonces, todo siguió igual. O peor. Porque la visita tuvo un gran arranque en el segundo tiempo y sacó una diferencia letal.  Luis Silba tuvo una chance a los dos minutos y, un puñado de minutos después, Romero y Talpone hicieron lucir al "Mono" Martínez. Pero claro, tanto jugó en la cornisa Almirante, que se cayó... A los trece minutos, un centro llovido acertó con la cabeza de Silba y el grandote aprovechó la duda del arquero y de emboquillada la puso en el segundo palo. Estudiantes se ponía en ventaja y empezaba a soñar con llevarse los tres puntos. Complicado para los de Casanova  pero lo peor estaba por venir.

Con el sopapo del gol y todavía grogui, Brown sacó del medio y hasta eso hizo mal. Error en la entrega de Guzmán y desinteligencias posteriores le dejaron el segundo a los riocuartenses tras una gran definición de Nahuel Cainelli un minuto después de la apertura del marcador. Un mar de agua helada en Casanova y la sensación de partido definido. De hecho, Martínez tapó un mano a mano que pudo tranquilamente transformarse en el tercero y los de Franco no tuvieron una sola jugada clara en todo el encuentro, salvo alguna aproximación sin claridad en el final. 

Si contra Defensores de Belgrano se destacaba la victoria como único punto positivo, ante Estudiantes de Río Cuarto no hay nada que rescatar. Solo que algunos de los perseguidores no sumaron tanto y que aún tienen algún margen matemático que le permite seguir soñando. El resto, para el olvido o mejor, para recordar siempre, porque si quiere meterse en la finalísima, no puede volver a jugar así.  Le quedan cuatro estaciones (All Boys, Chicago, San Martín de Tucumán y Temperley) y, pase lo que pase, sigue dependiendo de sí mismo. Aunque ese parece ser el problema.