Pese a la eliminación, el Fragata Sarmiento fue una fiesta de aliento y convivencia

Lejos de los incidentes de años anteriores, el comportamiento del público aurinegro fue ejemplar y todo transcurrió en un ambiente pacífico. Para el Mirasol, significa otra batalla ganada contra la violencia.

Al mismo tiempo que participa en la competencia futbolística, Almirante Brown juega otro torneo con la misma intensidad y atención. La batalla contra la violencia enquistada en el club durante muchos años significó un examen constante para el Mirasol. Por eso, cuando en un evento masivo se percibe un avance, se festeja como un campeonato.

Más sobre el Mirasol...

Como ocurrió en la movilización a Córdoba hace unas semanas, el público aurinegro volvió a mostrar este fin de semana un comportamiento ejemplar. Las 20.000 personas que acudieron este domingo al Fragata Sarmiento vibraron con el partido, alentaron hasta el minuto final y reconocieron el esfuerzo del equipo en toda la temporada. En familia, sin incidentes ni disturbios.

Lo que para algunas instituciones puede ser una costumbre, para el cuadro matancero es un paso gigantesco rumbo a la pacificación del club. Hasta no hace mucho tiempo, una eliminación en una instancia final como la que se jugó ante Riestra, tenía grandes chances de terminar en una hecatombe.

Desde 2019 hasta estos días, las facciones históricamente enfrentadas compartieron traslados y tribunas en escenarios neutrales. También se unieron en una sola cabecera del estadio de Rucci y Seguí. Un triunfo que se disfruta todos los días y que, en Isidro Casanova, tiene la dimensión de un campeonato.