El Mirasol no tuvo respuestas y sufrió una dolorosa derrota en Mataderos
Almirante exhibió una imagen muy deslucida y perdió 1 a 0 ante Nueva Chicago. El conjunto aurinegro casi no pateó al arco y terminó recibiendo el gol de la derrota luego de un córner a favor mal ejecutado. En la próxima fecha, recibirá a Deportivo Morón en un Fragata Sarmiento que estará en ebullición.
Para un hincha, no hay nada peor que perder un clásico. Ese dolor se agudiza si, encima, la derrota se da en un partido en el que su equipo muestra una imagen desangelada. Y el sufrimiento es mucho mayor si, para colmo, el gol con el que rival gana el partido llega por una sucesión de errores inexplicables. Todo eso experimentó el simpatizante de Almirante Brown este domingo, en la caída por 1 a 0 ante Nueva Chicago en Mataderos.
Se sabía que el duelo ante el Torito representaba una dificultad alta. No solo por la condición de “partido aparte” que tienen todos los clásicos, sino porque el presente del elenco dirigido por Andrés Montenegro era muy bueno. Especialmente en su estadio, donde había ganado los cuatro partidos que disputó en el torneo.
No obstante, en el primer tiempo el Mirasol logró que el partido sea parejo. Sin brillo ni generando peligro en el arco defendido por Facundo Ferrero (solo puede contabilizarse un centro de Fernando Rodríguez que Pío Bonacci no llegó a conectar por muy poco), pero al menos no sufrió mayores zozobras. Aunque el elenco local terminó dejando una mejor imagen.
Pero en el complemento el trámite del encuentro cambió totalmente. Esa mayor audacia que Chicago evidenció en el cierre de la etapa inicial se profundizó. Y entonces la pelota siempre estuvo en el campo de Almirante. Así, el equipo de Rodrigo Alonso se retrasó en demasía y, si bien no tuvo que pasar por situaciones apremiantes, resignó la idea de ir a buscar la victoria con más decisión.
Apagados Tomás Díaz y Tomás Almada, los dos generadores de juego del equipo aurinegro, Alonso mandó a la cancha a Brian Fernández, primero, y Santiago Vera, en la parte final, pero ninguno de los dos pudo desequilibrar.
De un córner a favor a sacar del medio
Un ratito antes del ingreso de Pomelo, a los 36 minutos, llegó el gol con el que Chicago se quedó con el clásico. Y fue de la manera que menos se esperaba. Porque se dio luego de un córner para Almirante, en una de las pocas ocasiones en que el Mirasol cruzó la mitad de la cancha en el segundo tiempo.
Santiago Gauna se encargó de la ejecución. Pero lo hizo tan mal que la pelota cruzó todo el área y llegó a los pies de Matías Bergara, que comenzó a correr con el balón dominado sin que nadie le cometiera la infracción que pedía la jugada. Así, Bergara pudo habilitar con comodidad a Adrián Martínez que, en soledad, definió muy bien ante la salida de Ramiro Martínez.
Después de ese tanto, solo hubo tiempo para que el Mono Martínez volviera a mostrar su enorme categoría al taparle un remate a quemarropa a Tomás Rossi y para que el equipo de Alonso exhibiera toda su impotencia y su falta de ideas.
Con el Gallo, a todo o nada
Así, el Mirasol perdió un invicto de cuatro partidos (un triunfo y tres empates sin recibir goles) y dejó una imagen muy preocupante de cara al partido del próximo sábado ante Deportivo Morón en el Fragata Sarmiento. Sí, otro clásico. Esta vez, frente a los miles de hinchas aurinegros que reventarán la cancha de Mármol y Rucci en un clima que, de repetirse una actuación como la de este domingo en Mataderos, puede estar muy crispado.