Cometierra, el poder de una vidente que busca a personas perdidas

La novela de Dolores Reyes, vecina de Caseros, es una mezcla de texto de culto y best seller, que lleva muchas reimpresiones y traducciones a varios idiomas. Una chica con poderes especiales para encontrar a víctimas de violencia de género. Una pintura social potente, brutal y hasta por momentos risueña.

Las abuelas contaban que tal o cual pariente de chico comía tierra y esa anécdota familiar se repetía manteniendo el asombro en las reuniones familiares. Luego nos sorprendió un personaje de García Márquez con esos hábitos curiosos. Pero un día apareció Dolores Reyes (Buenos Aires, 1978) y esa práctica de dudoso gusto cobró otro significado al mezclar atisbos de aquel realismo mágico con un toque de suburbio bonaerense. “Cometierra” se llama la novela de la escritora, vecina de Caseros y madre de siete hijos.  Se publicó en 2019 y tuvo trece reimpresiones hasta agosto de 2023, según el ejemplar que tiene el cronista en sus manos.

Dolores Reyes

Una editorial fundada en Buenos Aires y con oficinas en Madrid, Sigilo, fue la encargada de acercar a Reyes a los lectores. Enhorabuena. ¿Por qué? Porque la historia se lo merece y "Cometierra", también. Es el apodo del personaje central, una mujer que tras un femicidio doméstico (el padre mata a la madre) descubre que tiene un poder visionario al comer tierra. Muestra la capacidad de descubrir que les pasó a mujeres que están perdidas, que no se sabe a dónde fueron a parar.

Mezcla de policial y de crónica social, “Cometierra” (2019) habla de la violencia de género por medio de personajes que suenan muy naturales, con su jerga no forzada al hablar, con sus costumbres. Pinta un universo de creencias, mitos, y realidades que rozan lo marginal de una manera natural, no impostada. La escritura es tan sencilla y directa, de vértigo por momentos, que va camino a ser una serie. Botellitas con tierra adentro y cartitas de parientes que piden por favor ayuda para encontrar a un ser querido y, con suerte, con vida. Lo fantástico y lo cotidiano, lo trágico mezclado con situaciones que mueven a una sonrisa. Por ejemplo, la relación de Cometierra con el hermano y su chica.

Es una tentación artística meterse en mundos difíciles, describir aspectos oscuros, y lograr que los personajes tengan el tono y la manera de hablar que los caracteriza, si es que se puede abarcar todo. Reyes lo logra. No hay falsificaciones, ni una exageración que empalague al lector.

La obra trata de mujeres víctimas de violencia, para ellas es el homenaje y el reclamo de justicia, pero sin bajadas de línea. “Nunca quise hacer una novela que fuera una bajada de línea ni un panfleto. La literatura es otra cosa. Cuando aparece la voluntad del autor, chau, ese libro no me interesa”, le dijo la escritora a Página 12 y en esa misma nota agregó: “Los materiales no los tomo del aire, los tomo de la sociedad en la que vivo. Entonces eso ya está en la literatura. Lo que se puede hacer en la literatura es sensibilizar, quebrar el automatismo”.

A veces, al asomarse a territorios diferentes con una mirada lejana y formateada en otra “cultura”, sobrevienen clichés, lugares comunes, y aburrimiento. Eso no pasa con esta novela. Reyes sabe de lo que habla. Y esa capacidad de entender ese mundo local, hace que su obra sea global. Varias publicaciones en el exterior en otros idiomas y reediciones permanentes confirman que "Cometierra" es uno de los best seller argentinos de los últimos tiempos. Tiene con qué.