Ciudad Evita y Morón: desbarataron una banda dedicada al ciberdelito

A través de diferentes plataformas, realizaban presuntas estafas con productos que nunca entregaban. Los tres detenidos están acusados de usurpaciones de identidades y defraudaciones con tarjetas de crédito.

Agentes federales del Departamento Inteligencia contra el Crimen Organizado detuvieron a tres personas acusadas de realizar estafas mediante las plataformas Mercado Libre, Mercado Pago, Modo y Rapipago con productos que nunca entregaban. Asimismo, están sindicadas de usurpar identidades y de perpetrar defraudaciones con tarjetas de crédito, a través de “carding”, una metodología de ciberdelito que consiste en falsificar y copiar tarjetas bancarias, o robar información financiera que se haya proporcionado de forma online.

Los allanamientos, ordenados por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 12, tuvieron lugar en la localidad matancera de Ciudad Evita, en Morón y en la Ciudad de Buenos Aires. De acuerdo a lo precisado, durante los procedimientos, la Policía secuestró seis computadoras con gabinete, siete notebooks, un ipad, dos tablets, siete teléfonos celulares, cinco chips prepagos, un Apple watch, una máquina para contar billetes, un pendrive, un certificado de venta de acciones de la empresa Paradise Host, un disco rígido interno, dos discos rígidos externos, ocho lectores de Mercado Pago, 104.090 pesos en efectivo, 500 dólares y una agenda con anotaciones de interés para la causa.

El modus operandi

Los investigadores lograron establecer que los autores de las maniobras “asociaban las tarjetas de terceros a distintas cuentas creadas por ellos en las plataformas de Mercado Libre, Mercado Pago, Modo y Rapipago utilizando las fotos de los documentos y selfies de las víctimas”, de acuerdo a la información suministrada por fuentes policiales y judiciales.

En este sentido, siempre según las mismas fuentes, la estafa continuaba con el aporte de correos electrónicos creados con dominios registrados por los estafadores, que luego transferían el dinero a distintas billeteras virtuales con las identidades usurpadas. Finalmente, con ese dinero compraban celulares y productos de informática que luego ofrecían a la venta en un sitio web.