El acero acentúa su derrumbe y se agudiza la crisis en las empresas locales

Desde hace tres meses, para evitar despidos, la empresa Acindar redujo los turnos laborales en la planta de La Tablada y el impacto alcanzó, incluso, a los talleres más pequeños. Además, la UOM Matanza advierte por el ingreso de transformadores eléctricos importados.

El secretario general de la seccional de La Matanza de la UOM, Hugo Melo, advirtió sobre la situación que atraviesan las industrias dedicadas a la producción de acero. Según explicó a El1 Digital, factores como la recesión en Brasil, la caída en el consumo nacional y el exceso de oferta impulsado por China agudizan la situación en el sector. 

Un ejemplo de ello es la siderúrgica Acindar en La Tablada, donde se redujeron los turnos laborares de 440 empleados para evitar suspensiones. “La empresa producía entre 9.000 y 8.500 toneladas mensuales pero, actualmente, apenas logra alcanzar la mitad de su promedio habitual de 4.500 toneladas por mes”, puntualizó Melo.

Asimismo, explicó que, “principalmente, la caída tiene que ver con el ingreso de acero desde China y otros países que perjudica a todo el sistema productivo argentino. Por otra parte, indicó que “había en vista varios proyectos en la esfera nacional que podrían hacer que la producción de la fábrica levantara si ganaba las licitaciones. Pero, hasta ahora, todo son anuncios y los ciudadanos esperamos que estos avisos se cumplan de una buena vez.

Todo el segmento se encuentra en recesión
En ese contexto, el titular de la UOM local insistió en afirmar: “En La Matanza tenemos problemas con todos los fabricantes y con los talleristas. Si todavía no tenemos grandes problemas con los puestos de trabajo es porque los empresarios redujeron la jornada laboral, anticiparon vacaciones mantuvieron suspensiones. Sin embargo, si se sigue profundizando peligran las vacantes laborales”.

Finalmente, el sindicalista denunció: “Están ingresando a la Argentina transformadores de energía eléctrica de otros países. En La Matanza hay dos fábricas de estos equipos de alta tecnología y están muy preocupadas porque no están produciendo. Esto, también, va a perjudicar los puestos de trabajo. Estos productos solamente son requeridos por las grandes empresas energéticas o por el Gobierno nacional”.