Nicolás Johansen: “Sería lindo ponerse la de Almirante”

El apellido Johansen en Almirante Brown dispara un viaje inmediato a la década del 90. Al Mirasol protagonista de aquellos torneos sabatinos, a la rusticidad del ascenso de la época y a una zaga central icónica que se mantuvo durante varias temporadas: Martini-Johansen.

Ricardo, el gran capitán aurinegro, cuarto en mayor cantidad de presencias en la institución (252), fue el líder espiritual del equipo que cayó en la final de 1992 contra San Martín de Tucumán. Un ancla emocional que todavía perdura en el hincha matancero.

Pero el legado sigue y la revancha puede venir en la descendencia. Nicolás Johansen, hijo del histórico defensor, hizo bastante ruido esta temporada en Douglas Haig, en el torneo Federal A, en donde se coronó como goleador de la competencia, con 14 goles. Por supuesto, sus gritos también rebotaron en Isidro Casanova.

“Era chico y me acuerdo de haber estado en la cancha cuando mi papá estuvo dirigiendo allá. Nací con una pelota bajo el brazo, así que estoy contento por seguir los pasos de mi viejo. Tuvimos un año muy lindo, tanto en lo personal como en lo grupal. Con la espina de no haber podido lograr el objetivo final. Tuvimos dos chances, pero no pudimos ascender”, repasa el atacante, de 24 años.

Si bien no hubo contactos oficiales con la dirigencia aurinegra, el pibe surgido en las Inferiores de Newell’s Old Boys y Colón de Santa Fe asoma en el radar de los refuerzos para el campeonato de 2024. Motivo de sobra para regar el entusiasmo.

“Me llegan algunos mensajes a través de mi papá y me pone muy contento. Sería un orgullo seguir los pasos de mi viejo. Por lo que me hablaron y por lo que sé de Almirante. Sería lindo ponerse la de Almirante”, confesó.

“Depende de lo que vaya surgiendo –continuó el delantero-, iremos definiendo. Me llegaron algunas propuestas a través de mi representante, pero no hemos decidido nada.”, cerró.