Maxi Levy: “Este es un club de rompedores de carnet”

Las horas previas al clásico contra Nueva Chicago fueron una olla a presión en Isidro Casanova. Las dos derrotas consecutivas y la magra cosecha en los últimos cinco partidos (apenas un triunfo) desataron la bronca y la desilusión de gran parte de los hinchas de Almirante Brown. En ese contexto turbulento, pese a que el equipo de Darío Franco aún se mantiene en la punta de la zona A (tercero por diferencia de gol), el presidente aurinegro, Maximiliano Levy, salió al cruce de las críticas y lanzó su habitual pirotecnia verbal.

“El proceso de jugar en Primera es este: llegar al final y pelear por ascender. Si no llegás, nunca se te va a dar. Este es un club de rompedores de carnet y yo no me puedo quedar con eso. La gente tiene que disfrutar estar ahí, porque cuesta mucho. Yo también me ilusioné con que íbamos a tener 10.000 socios estando primeros... Y no somos 10.000, eh...”, se quejó el mandamás del Mirasol.

El estigma histórico que persigue a la institución matancera, esa merma recurrente en los partidos definitorios, no preocupa a la máxima autoridad de La Fragata. “No creo que sea falta de carácter, por ahí es falta de confianza. Dejaron de jugar como venían jugando. No se puede decirle a un equipo que tiene 54 puntos que no tiene carácter. Mirá... Yo siempre peleo ascensos. Peleo con lo que puedo y lo que tengo. Y, si no se da este año, se dará el que viene. Rendir, no me voy a rendir nunca. Este es un club en el que siempre se rindieron todos. Mientras esté yo, vamos a pelear siempre”, aseguró.

Levy también le restó importancia a las reprobaciones que recibe por no ocultar su simpatía por Boca Juniors. “¿Sabés lo que me importa que me digan doble casaca? ¡Si lo que estoy haciendo yo no lo hizo nadie! Mi abuelo, cuando yo era chiquito, me hizo hincha de Boca y yo me voy a morir siendo hincha de Boca. Pero soy presidente y socio vitalicio de Almirante Brown, y no soy socio de Boca. En honor a mi abuelo, nunca voy a decir que no soy de Boca. Si después la gente esconde los sentimientos, es problema de la gente. Yo tengo los huevos más grandes que toda La Matanza (sic)”, graficó.

En el terreno futbolístico, el dirigente aurinegro confesó que habla cotidianamente con Franco y hasta contó la charla que mantuvo esta semana tan particular: “Le dije al entrenador que no estamos para enseñar en lo poco que queda. Estamos para inflar. Para hacerles sentir que somos los mejores y que por algo llegamos hasta acá. Después, el fútbol dirá”.

Por último, el prosecretario ejecutivo de la AFA bromeó con respecto a la relación que mantiene con Claudio Tapia. “¿Sabés cuántas veces me ligo las puteadas de Chiqui por mis tuits? Estaba peleado, pero ahora me amigué. Está todo bien. Somos del mismo signo, ja”, cerró.