La democracia, en disputa: “Los partidos de derecha radicales buscan capitalizar el descontento social”

Franco Delle Donne es licenciado en Comunicación por esta Casa de Altos Estudios y está radicado en Alemania, donde estudia los movimientos políticos de extrema derecha surgidos en Europa. En esta entrevista, analiza las causas del fenómeno, las estrategias para convencer a sus votantes y el impacto de la pandemia.

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y doctor en Comunicación, Franco Delle Donne está radicado desde hace más de diez años en Alemania, donde estudia y analiza los discursos y las estrategias de los partidos de derecha radical, tanto de ese país como del resto de Europa. De visita en Argentina en el marco del Subprograma César Milstein, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Delle Donne dio una serie de charlas, jornadas y conversatorios en la UNLaM y en otras universidades del Conurbano sobre las derechas radicales.

“Como todo fenómeno político, hablamos de un proceso multicausal, con diferentes momentos o situaciones que generan su aceleramiento. Estos partidos son inteligentes para capitalizar el descontento de una parte de la sociedad”, asegura Delle Donne en diálogo con El1 Digital.

¿Se puede hablar de algún denominador común en este tipo de partidos?

Sí, con los partidos de derecha radical suele pasar que se cree que están tan fuera de lugar o de lo políticamente correcto, que no van a tener ningún tipo de apoyo. Que no los va a votar nadie o que eran solo una “moda pasajera”. Pero, si miramos partidos como la AfD (Alternativa para Alemania), nos encontramos con organizaciones que fueron corriendo el límite de lo políticamente correcto y, aun así, terminaron consolidándose con un ocho o diez por ciento de los votos.

¿Se puede pensar en escenarios donde las derechas consigan aun más votos?
El problema no es tanto que saquen un buen resultado. El problema con estos partidos es que la agenda de temas y el discurso que plantean se convierta en algo natural. Es decir que, en nuestra sociedad, se discutan esas propuestas como si fueran una opción real, aunque esas posturas estén rompiendo los límites de lo políticamente correcto y los consensos que tenemos para vivir de manera pacífica.

¿Qué tipo de instrumentos tienen a la hora de convencer a sus votantes?

Uno de los principales instrumentos que tienen es la provocación estratégica. Estos partidos abordaron los debates políticos no desde la discusión política racional, sino planteando toda una serie de cuestiones sin responsabilidad alguna: pena de muerte, mano dura, discursos biologicistas y racismo cultural. En este último punto, por ejemplo, sostienen que las culturas son distintas y que ninguna es mejor que otra, pero que cada una debe permanecer en su lugar de origen, condenando, así, la migración. Por supuesto, esta visión no tiene en cuenta ninguna lógica de la historia de la humanidad. Es un discurso disfrazado de filosofía, pero anclado en un pensamiento sumamente conservador

Políticas de retorno

El Subprograma César Milstein -dependiente del Programa Raíces, del MINCyT- impulsa la vinculación de investigadores argentinos radicados en el exterior con un medio científico y tecnológico local a través de estadías cortas, de entre uno y tres meses en el país. En este caso, la gestión se dio a partir de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNLaM en articulación con el Departamento de Derecho y Ciencia Política de la Universidad.