Comunicación, un enlace que nos conecta

La vida en la sociedad implica la comunicación entre el sujeto y sus semejantes y esta relación entre las personas se rige por diversos códigos y normas que posibilitan que exista la armonía en la construcción de la vida social.

Por Eliana Levato*

La comunicación se ha introducido en los sistemas de salud en forma notable en estos últimos tiempos, demostrando su importancia para mejorar la calidad en las relaciones dentro del área laboral, así también con la comunidad que asiste a hospitales, centros de salud, etc., generando un nexo efectivo entre ambos.

La Carta de Ottawa estableció en 1986 que “los medios de comunicación son los actores claves para la promoción de la salud” (Coe, G. 1998, p. 26). A través de otras conferencias de diversos organismos, se llegó a la conclusión de que la comunicación social es relevante para formar a los sujetos, su familia y la comunidad, y que los gobiernos debían incluir como herramienta importante en los programas de salud a las campañas de comunicación tanto social como educativas, que suscitarían la responsabilidad de la población para con su propia salud.

Según menciona Silvia Pintos “no solo cuentan las campañas en medios masivos, sino también las de comunicación no mediática que involucran procesos de comunicación interpersonal, organizacional e intercultural” (Silva Pintos, V. 2001, p. 2). En este ámbito es importante poder comunicarse de manera clara, asegurándonos de poder cubrir los temas de salud de forma simple y explícita. Esto hará posible que la población incorpore nuevas conductas de manera progresiva, estudiar diversas estrategias comunicativas para que la comunidad conozca sobre nuevos temas en salud y, a la vez, motivarlos para que sean partícipes de estas nuevas políticas.

Actualmente, el concepto de enfermedad-curación se ha ampliado de manera significativa, dejando entrever los diversos aspectos que influyen en este paradigma, tomando al sujeto como un ser holístico a través del cual se ponen de manifiesto aquellos fenómenos sociales, psicológicos, ambientales, etc., que hacen posible concebir a este proceso de una manera más vasta. Esta nueva oportunidad de extender nuestra mirada hacia algo más que la enfermedad y la forma de curación dio lugar a impulsar campañas preventivas e ir más allá, anhelando generar cambios saludables en la vida de las personas. Esto dio lugar a un gran desafío ya que el cambio de comportamiento en los seres humanos está atravesado por varias etapas, lo cual dilata que el nuevo comportamiento sea adoptado en la vida diaria de manera constante y positiva.

Es aquí en donde entra en juego una buena comunicación y para esto nada debe quedar librado al azar. Hay componentes claves en este proceso como lo son “el uso de la persuasión, la investigación y la segmentación de la audiencia” (Coe, G. 1998, p. 27). Se debe estudiar el público a quien está destinado el mensaje y crear la misiva que resulte lo más atractiva posible, así también como los canales que se utilizarán para llegar al público deseado. Es importante planificar de manera exhaustiva los programas que queremos implementar en una determinada comunidad, y tener en cuenta sus valores, creencias, etc.

Este medio no solo se considera valioso para que el personal de salud tome contacto con el individuo o comunidad, sino también a nivel organizacional con su grupo de trabajo en general. Un buen uso de las herramientas de la comunicación permite asegurar que la misión, las metas, los objetivos y las prioridades dentro de dicha organización sean llevadas a cabo de forma eficaz y acertada, manteniendo un ordenamiento en el área laboral y una dinámica de trabajo más adecuada.

En conclusión, la comunicación para la salud busca tal y como menciona Coe, “modificar el comportamiento humano y los factores ambientales relacionados con ese comportamiento que directa o indirectamente promueven la salud, previenen la enfermedad o protegen a los individuos del daño” (Coe, G. 1998, p. 27).

Relación y habilidad que comunica

El acercamiento hacia el que sufre y padece es un aspecto muy ligado, dentro del ámbito de la salud, al área de la enfermería. Este contacto pone de manifiesto aspectos tales como la empatía o las llamadas habilidades sociales que estarán enmarcadas dentro de la relación de ayuda que se genere entre los individuos participantes (enfermero- paciente- familia).

Sabemos que “todo comunica”, en base a este criterio podemos asegurar que la comunicación no solo se da a través del lenguaje, sino también a través de signos no verbales como gestos, cambios en el tono de voz, silencios, etc. Es incumbencia de enfermería poder desarrollar las habilidades necesarias para acceder a una relación que sea de beneficio y crecimiento no solo para el paciente sino también en lo personal ya que nos beneficiara en nuestra labor con los sujetos de atención, así como también con el grupo de trabajo.

Citando a Roca en su definición respecto de las habilidades sociales dice que son “una serie de conductas observables, pero también de pensamientos y emociones, que nos ayudan a mantener relaciones interpersonales satisfactorias, y a procurar que los demás respeten nuestros derechos y no nos impidan lograr nuestros objetivos” (Roca. E. 2014, Cap. 1, p. 1).

Solemos creer que poseemos de forma innata habilidades sociales, no siendo esto totalmente cierto. Hay personas que desarrollan estas características más fácilmente, pero sería un equívoco decir que no es necesario un entrenamiento en esta área para poder potenciarlas. Tal y como hace mención Marín Sánchez y León Rubio, “el personal de enfermería debe contar con un entrenamiento profesional en habilidades sociales, así como también se forman académicamente en el área científica de su carrera, ya que esto les permitirá afrontar situaciones que en muchos casos suelen ser estresantes por no saber cómo hacer frente de manera asertiva” (Marín Sánchez. M; León Rubio, J. 2001, p. 248)

Desarrollar habilidades sociales tales como empatía (experimentar acontecimientos o pensamientos desde la posición del otro), asertividad (actitud de autoafirmación y defensa de nuestros sentimientos, necesidades y opiniones en forma adecuada respetando a su vez los derechos del otro), cordialidad (esfuerzo por comprender la situación del otro) y fundamental una escucha activa para comprender la situación del sujeto y su familia potenciará, nuestra relación de ayuda, la cual tiene como objetivo según Canovas “el cambio en el individuo y cuando termina la relación éste ya no es el mismo que cuando empezó, ha mejorado” (Canovas, T. 2008, p. 70).

A través de esta relación se le ofrece recursos a una persona para que pueda superar aquellas situaciones difíciles y afrontarlas de la mejor manera posible. Vale destacar que aquí quien tiene el papel principal es quien reclama la ayuda y el personal de enfermería es quien debe estar capacitado para poder fortalecer dicha conexión a través de la confianza, el afecto, el respeto, etc.

Por último, no quisiera dejar de mencionar a Bruno y Demonte quienes evidencian con su concepto sobre las “tecnologías blandas” la importancia de la comunicación en relación al ámbito de la salud al mencionar que “los trabajadores de la salud utilizan un maletín tecnológico compuesto por tecnologías “duras” que son el equipamiento, medicamentos, etc., tecnologías blandas- duras, que corresponden a los conocimientos estructurados, clínica, epidemiología, etc., y las teorías blandas que corresponden a lo relacional, aquello que le permite al trabajador escuchar, comunicarse, comprender y establecer un vínculo” (Bruno, D; Demonte, F. 2017, p. 112).

La enfermería es ciencia y arte del cuidado hacia las personas que padecen diversas dolencias y enfermedades. Como consecuencia, podemos vislumbrar que los aportes que brinda la comunicación a esta disciplina son sumamente enriquecedores. Gracias al aporte de los diferentes autores es consecuente decir que la comunicación y todas las herramientas que la componen contribuyen a un mejor desarrollo en el área de la salud, influyendo en la relación interpersonal entre equipo de trabajo, así como también con quienes requieren de atención sanitaria.

*Artículo elaborado en el marco de la asignatura “Comunicación como herramienta profesional”, correspondiente a la Licenciatura en Enfermería del Departamento de Ciencias de la Salud de la UNLaM.