“Condena a perpetua”: el pedido de los familiares del kiosquero asesinado en Ramos Mejía

Paula, exesposa de la víctima fatal Roberto Sabo, también movilizó junto a sus hijos al Tribunal en lo Criminal Nº 2 de La Matanza, donde comenzó el juicio, y expresó: “creemos que se va a hacer justicia”.

En el contexto de la concentración de familiares y vecinos en el inicio del juicio por el crimen de Roberto Sabo al Tribunal en lo Criminal Nº 2 de La Matanza ubicado en Mendoza al 2.400, en San Justo, su exesposa Paula manifestó que la familia pide una condena a reclusión perpetua para el acusado.

En diálogo con El1 Digital desde el lugar, Paula expresó: “Vamos por la (condena de prisión) perpetua. Creemos que se va a hacer justicia. Más que nada (esperamos) una condena justa, dura y que se llegue a la perpetua. Estos fueron meses muy duros por los chicos, por los abuelos, y cuesta. (Mi hijo) Nicolás sigue yendo al negocio, y hay que seguir, no queda otra”.

Consultada por la situación de la inseguridad en la Comuna, la exesposa del kiosquero asesinado analizó: “(Desde lo que pasó) creo que el tema de la inseguridad no cambió. Creo que esto va a ser peor, porque no hay una justicia, no hay una condena. Hoy tienen más derechos los presos, los delincuentes. Si vos ves, La Matanza va empeorando día a día”.

“La zona más afectada de toda La Matanza, lamentablemente, es Ramos. La Matanza es muy grande, y cuando exigimos justicia, y en las marchas que se hacen, se depende de toda la gente de La Matanza, no solamente de Ramos”, destacó.

Asimismo, Paula recordó otros hechos de inseguridad en el Distrito, como “el caso del chico en Ciudad Evita, después el de la psicóloga de Ramos, el caso de Roberto, mi consuegra que también sufrió un robo del negocio del kiosco. Entonces, seguimos diciendo que no, que lamentablemente esto no va a mejorar”.

Junto a ella, Tomás, su hijo menor, en diálogo con Radio Universidad, evaluó: “Esto (este juicio) es como cerrar una página, pero no una herida”.

En ese contexto, Tomás marcó que, si bien analizaron con su hermano Nicolás la posibilidad de cerrar el kiosco, por el momento esa opción está descartada. “Están mis abuelos, y no los vamos a dejar solos, mucho menos en este momento. Vamos a mantener el kiosco abierto lo que sea necesario, porque es la única fuente de ingresos que tenemos” reconoció.

“Lo que más duele es que estamos todos los días donde mataron a mi papá, y ver que mis abuelos que tienen 70 años los dos, dos jubilados, tengan que venir a laburar porque le mataron al hijo, te hace decir esto no es normal”, concluyó.

Palabras del padre y el hijo

En el marco del juicio, Pedro Sabo, el papá de la víctima, manifestó: “Aparentemente va todo bien. Lo bueno es que (el acusado) había reconocido las dos armas que llevó. Reconoce prácticamente todo lo que hizo, está arrepentido, pide disculpas. Pero, yo no puedo disculparlo porque me mató a mi hijo. Esas cosas no se pueden disculpar. Lo que tiene de bueno (el juicio) es que los jueces y abogados, todos se mueven muy rápido. Porque salió muy rápido el juicio. Creo que esto pasa porque hubo mucha repercusión, nos movimos todos, el periodismo nos ayudó. Agradezco a todo el periodismo que siempre estuvo con nosotros”.

Mientras tanto, en un cuarto intermedio del juicio, Nicolás, hijo mayor del kiosquero asesinado, expresó a este medio: “Esto es durísimo, es la primera vez que le veo la cara (al acusado). Intento no mirarlo, no darle entidad, tampoco me parece que la merece. Cuando él dio su declaración, pedí salir. Lo que me contaron los abogados es que reconoció el hecho”.