Realizaron una charla para generar conciencia sobre las falsas amenazas de bomba en las escuelas
El encuentro se desarrolló en la Escuela Futuros Horizontes y tuvo como objetivo principal sensibilizar a los alumnos y alumnas acerca de la gravedad de realizar este tipo de alertas falsas que no solo generan trastornos en la dinámica del establecimiento educativo, sino que también son consideradas un delito.
Las falsas amenazas de bomba en las escuelas de La Matanza son un problema. No solo para los establecimientos educativos involucrados, sino también por la movilización inapropiada de recursos del Estado en situaciones de emergencia que se despliegan ante las llamadas de alerta.
En el marco de reiterados episodios en el Distrito y en un esfuerzo por generar conciencia y sensibilizar a los alumnos acerca de la gravedad de realizar este tipo de alertas, realizaron una charla en la Escuela Futuros Horizontes, en el barrio Villa Constructora, de la localidad de San justo.
Una mala costumbre que se repite
En diálogo exclusivo con El1, Humberto Metta, dueño de la institución ubicada en la intersección de Montañeses y Coronel Lynch, contó que en septiembre de este año hubo una primera amenaza de bomba que fue colectiva porque ocurrió en diferentes escuelas de San Justo.
“Una semana después volvimos a sufrir otro llamado, en realidad a través del 911, entonces se apersonó personal policial, nos advirtió y tuvimos que hacer la evacuación de la escuela, pero no fueron las únicas, fueron tres veces más la general con todo lo que implicó sacar a los chicos a la calle desde jardín hasta los de secundaria”, lamentó Metta.
Más allá de identificar al autor de la llamada, las autoridades de la institución consideraron necesaria la realización de la charla. Durante la exposición en el SUM del colegio, se explicaron temas claves como la responsabilidad del alumnado, el impacto que generan estos accionares y el gasto innecesario de recursos.
Los procedimientos de la Justicia
Al inicio del encuentro, Mariano Marcuz, auxiliar letrado de la Unidad Funcional de Instrucción N°9 de La Matanza indicó que el objetivo de la charla era que tomen conciencia cuales son las consecuencias de determinados actos y tengan conocimiento de eso.
“Todo lo que ustedes hagan queda registrado, cualquier cuenta, publicación o llamado que realicen de un dispositivo celular queda registrado. Y por todo eso, nosotros como parte de la Justicia, en una investigación, solicitamos a las redes sociales que nos informen quien fue el que envió el mensaje. A raíz de eso tenemos varias herramientas como para poder iniciar esa investigación”, reveló.
Generar conciencia en el alumnado sobre las amenazas de bomba
Por su parte, la fiscal Andrea Palin, de la Unidad Funcional de Instrucción N°9 de La Matanza, explicó la gravedad de estas acciones tanto a nivel delictual como educativo. “Primeramente, es un perjuicio para lo público porque hay una infraestructura que se mueve ante una amenaza. Hay protocolos que seguir, se movilizan bomberos, ambulancias, policías, amén del perjuicio para el establecimiento educativo. Además, configura un delito porque es una ´intimidación pública´ por lo tanto estamos habilitados para actuar”, detalló.
En esta línea, sumó: “Depende de la edad que tenga el chico de la amenaza. Si está entre los 16 y los 18 años va a intervenir la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil. Si el chico tiene más de 18, tenemos que intervenir nosotros. Pero, en un principio, ante la duda o cuando uno no tiene conocimiento o certeza de que la persona que lo hace es un menor de edad, ante el rastreo que nosotros hacemos cuando llegamos a una IP, cuando logramos determinar desde qué abonado telefónico se hizo el llamado, corroboramos el domicilio y allanamos en busca del dispositivo. En ese caso también ya es un perjuicio para la familia”.
Para finalizar, la fiscal señaló que el punto clave para que no ocurran las amenazas de bomba es que los jovene cual es el perjuicio que causan y el peligro al que se exponen. “Cuáles son las consecuencias de esos actos. Lo que nosotros vemos usualmente, y no solo en chicos, sino en muchos delitos como, por ejemplo, culposos o gente que tiene accidentes de tránsito y no tenía todo en condiciones, que las personas muchas veces no toman conciencia de las consecuencias de sus actos”, cerró.