Presentaron el proyecto de ley para el reconocimiento salarial a cocineras comunitarias: “Fue un momento histórico”

La iniciativa tiene como objetivo que se reconozca como trabajo remunerado y con derechos sociales a las actividades realizadas en comedores y merenderos de barrios populares.

Este lunes, diversos movimientos sociales presentaron en el Congreso de la Nación el proyecto de ley para el reconocimiento salarial a cocineras comunitarias, también llamado Ley de Cocineras. Dicha iniciativa tiene como objetivo que se reconozca como trabajo remunerado y con derechos sociales a las actividades realizadas en comedores y merenderos de barrios populares.

En comunicación con El1 Digital, Paola Castro, referente del movimiento social Garganta Poderosa, que además se desempeña en el territorio del Barrio Los Álamos, destacó que se trató de un “momento histórico”. “Muchísimas referentes y compañeras presenciamos el momento en el que empezamos a pedir que el Estado nos reconozca como cocineras trabajadoras en la primera línea, sosteniendo la economía del país”, planteó.

Si bien en la jornada de este lunes se realizó la presentación oficial del proyecto, Castro aseguró que la lucha de dicho sector “continúa”. “Debemos seguir teniendo reuniones con los diferentes políticos; hoy empezamos en la Cámara de Diputados, donde necesitamos la mayor cantidad de votos tanto de frentes que apoyan lo popular, como de los que no, porque hay algo que no pueden negar: estamos sosteniendo a diez millones de personas”, aseguró.

Al ser consultada sobre la situación económica de los movimientos sociales que realizan actividades en comedores y merenderos, la referente de Garganta Poderosa indicó que “el 20 por ciento de las compañeras no tienen un reconocimiento salarial”, y que la mayoría de las trabajadoras en los espacios alimentarios “tienen otra fuente de trabajo”.

“Nosotras siempre hablamos de la triple jornada laboral: atendemos nuestras casas, vamos para nuestro laburo o alguna changa para poder parar la olla en nuestros hogares, y después nos dirigimos al trabajo comunitario. A nosotros como la Garganta, nos deben más de 800 toneladas y alimentos, y aun así seguimos sosteniendo todo lo que tenemos, al igual que otras organizaciones que están en la misma instancia que nosotros, y solo estamos hablando de secos y de alimentos frescos”, manifestó.

Por último, Castro recordó que las trabajadoras que “paran la olla de lunes a sábados, atendiendo a 517 personas, también hacen el resto de los trabajos”. “Al no tener acceso a un montón de cosas básicas, sobre todo después de la pandemia, tuvimos que empezar a ocuparnos y a atender todos esos derechos vulnerados”, consignó.