Peregrinación a Luján: “Vamos caminando juntos, nadie se salva solo”, invitó uno de sus organizadores

El Padre Juan Bautista Xatruch, coordinador responsable de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, brindó detalles de la organización de esta 48º Peregrinación Juvenil, que se lleva a cabo con el lema “Madre, miranos con ternura, queremos unirnos como pueblo”.

Este sábado 1º de mayo comienza la 48º Peregrinación Juvenil a Luján, que se lleva a cabo con el lema “Madre, miranos con ternura, queremos unirnos como pueblo”. En ese contexto, El Padre Juan Bautista Xatruch, coordinador responsable de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, y rector del santuario Jesús Misericordioso de CABA, brindó detalles a Radio Universidad de la organización de la Peregrinación.

En comunicación con el programa Antes que todo, Xatruch contó: “El año pasado fue mucha gente, pero había restricciones (por la pandemia). Este año ya no hay ninguna restricción. La Comisión que acompaño busca tratar de coordinar todos los servicios para los peregrinos. A veces uno piensa que todos van desde las parroquias. Pero en realidad, los que van organizados desde las parroquias son el 20 por ciento. El 80 por ciento restante son grupos de amigos, familiares, compañeros de trabajo. Entonces, tratamos de coordinar los servicios para todos ellos”.

En relación a los puestos sanitarios disponibles, el sacerdote detalló: “A partir de Merlo, hasta Luján, hay puestos sanitarios cada 500 metros, siempre a cargo de un médico, con atención gratuita. Son unos 50, 60 puestos. Y también, hay unos 20 puestos que llamamos de apoyo, que entregan mate cocido, agua, pan, galletitas, alfajores, lo que hemos ido consiguiendo a través de pedidos a empresas y donaciones”.

“Entonces, tratamos de coordinar todo ese servicio también, con todos los entes del Estado, Defensa Civil, policía, el Ministerio de Salud. Se trata de acompañar para que los que van caminando puedan enfrentar las dificultades que el camino les pueda presentar”, explicó.

Xatruch continuó: “Esos puestos se empiezan a armar alrededor de las 7 u 8 de la mañana el sábado. La imagen peregrina central (de la Virgen) sale a las 10 del Santuario de San Cayetano de Liniers. Este año la lleva la Diócesis de Morón, desde Liniers hasta Luján. Desde las 7 u 8 de la mañana estos puestos ya empiezan a montarse, porque hay gente que sale caminando desde la noche, la madrugada del sábado, del viernes al sábado. Entonces, se trata de acompañar”.

El significado de la Peregrinación

A la hora de abordar la Peregrinación, el sacerdote efectuó un llamado a profundizar el análisis, más allá de una mirada “sociológica”. En este sentido, desarrolló: “La peregrinación es figura de la vida. La vida es un caminar, en definitiva, hacia Dios. Vamos caminando juntos, nadie se salva solo. A veces vos ayudas a otros. Muchas veces los demás te ayudan a vos. Rescato eso… nunca hay que perder de vista que es un gesto de fe y de amor. Ofrendar ese esfuerzo, por algo que pide, o por algo que agradece. A veces esto se pierde, nos quedamos nada más que en una mirada sociológica, y perdemos de vista una mirada más profunda, de reconocer que esto es la fe que se hace gesto, ofrenda, amor. Por los que caminan y por los que están al servicio de ellos también”.

El origen del lema anual

Como cada año, los organizadores de la Peregrinación definieron un lema, que en esta 48º Edición expresa: “Madre, miranos con ternura, queremos unirnos como pueblo”.

Acerca de cómo se definen los lemas anuales de cada Peregrinación, el Padre Xatruch explicó: “Cada año la Peregrinación tiene un lema. Lo primero que hacemos es tomarnos un tiempo para rezar con cuadernos de intenciones que hay en la Basílica. Y uno ahí ve lo que la gente pide, lo que agradece, lo que pide en lo personal y lo nacional, piden por los otros”.

“Después de rezar con esas intenciones, donde uno va viendo lo que piden, lo que agradecen, sin pretender hacer una síntesis de todo eso, pensamos qué valor podemos proponer en el lema. Este año era ‘Madre, míranos con ternura’. Sabemos que la Virgen siempre nos mira con ternura, porque nos sostiene y acompaña. Vamos a mirarla nosotros, porque ella nos mira siempre. Y después decimos también, “queremos unirnos como pueblo”. Nos hace falta mucha unión, dejar de lado muchas cosas que nos dividen, que nos enfrentan para juntos, poniendo cada uno lo que le corresponde, poder crecer y estar mejor todos”, concluyó.