Organizaciones matanceras, presentes en la sexta edición de La Marcha de la Gorra

“Vemos que nuestros pibes sufren el abuso policial y las detenciones arbitrarias sin que nadie le quiera encontrar una solución al problema de fondo”, sostuvo Alejandro Valenzuela, militante de la organización Vientos de Libertad y del MTE, en comunicación con El1 Digital.

Bajo la consigna “No somos descartables”, este martes por la tarde se realizó la sexta edición de La Marcha de la Gorra, donde diversas organizaciones sociales se manifestaron contra la violencia institucional y el gatillo fácil, represión en los barrios, el derecho a una vida libre de estigma, el acceso pleno a una educación de calidad, un sistema de salud inclusivo y oportunidades laborales.

La marcha tuvo como punto de partida la Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo, en plena Ciudad de Buenos Aires, donde los presentes proclamaron “Basta de gatillo fácil y represión”, “No a la baja de edad de punibilidad” y “Fin de las detenciones arbitrarias”, con dirección al Congreso de la Nación, donde se realizó la lectura de un documento.

“Soñamos con otra realidad en la que podamos tener un techo donde vivir, una tierra donde cultivar y un trabajo y una educación de calidad que nos permita desarrollarnos, rodeados de un ambiento donde no seamos hostigados en forma permanente por las fuerzas represivas del Estado, para así poder hacer realidad nuestros sueños, alejados de la violencia que ejercen las instituciones del Estado en nuestros barrios y en las cárceles”, expresaron a través del comunicado.

Además de señalar que la discriminación y el abuso de poder “siguen siendo una realidad en las instituciones de seguridad”, los manifestantes reclamaron la necesidad de “generar herramientas integrales para prevenir y erradicar la violencia institucional por fuerzas policiales, de seguridad y servicio penitenciario en todo el territorio nacional”. “Sigue siendo una deuda de la democracia”, destacaron.

En comunicación con El1 Digital, Alejandro Valenzuela, militante de la organización Vientos de Libertad y del MTE que participó en la movilización, sostuvo que desde las organizaciones sociales que trabajan en los territorios ven que “los pibes sufren el abuso policial y las detenciones arbitrarias sin que nadie le quiera encontrar una solución al problema de fondo”. “Necesitamos políticas públicas que contemplen a nuestros niños y adolescentes para que puedan pensar un proyecto de vida”, ponderó.

De acuerdo a Valenzuela, organizaciones de Derechos Humanos que trabajan en el Distrito, el Frente Darío Santillán y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) fueron algunos colectivos que estuvieron en la movilización. “Los pibes no son descartables y, en ese sentido, tenemos el consenso de las leyes que fuimos impulsando desde la UTEP, como la ley de reincidencia cero. Hoy tenemos 1.300 compañeros que están trabajando en polos productivos y que, alguna vez, han pasado por un instituto de menores o una cárcel, pero, gracias al acompañamiento, no han vuelto a reincidir”, aseguró.

Situación en La Matanza

En este contexto, Valenzuela alertó sobre el avance de las narcoestructuras y la incidencia en los jóvenes. “Los chicos caen en las redes del narcomenudeo y, a una temprana edad, ya son presas del consumo. Nosotros tenemos espacios comunitarios en donde pensamos estrategias de un modo político terapéutico sobre el consumo, acompañando en lo que se denomina ‘la reconstrucción del sujeto’”, explicó.

Asimismo, alertó sobre la falta de visibilización de la muerte de los jóvenes, específicamente en el tercer cordón de La Matanza, en los medios de comunicación: “Este mes hubo aproximadamente once chicos asesinados en el medio de una guerra narco, pero no lo vemos reflejado. Esto nos debería hacer reflexionar y pensar qué futuro les estamos dando”. Según Valenzuela, se debe solucionar un “problema de fondo” y el Estado “les debe garantizar sus derechos”.

“Nosotros hicimos un gran avance instalando dispositivos comunitarios con puertas afuera, lo que significa que tenemos que salir a buscar a los pibes, abrazarlos, hacer que tengan un lugar de pertenencia, y no esperar que ellos vengan a nosotros cuando lo decidan. Son un montón de aristas que se deben resolver para mejorar su calidad de vida, por eso siempre hablamos de tierra, techo y trabajo, ese es nuestro horizonte para ellos en La Matanza, porque no son un número más en la estadística”, cerró.