Situación de saqueo, lo espontáneo y lo intencional

El psicólogo Giancarlo Quadrizzi, en Radio Universidad, intentó interpretar aspectos psicológicos y sociológicos de los recientes ataques a comercios.

Por Giancarlo Quadrizzi*

Es fundamental distinguir lo intencional de lo espontáneo, porque hay una diferencia entre la anomia y el anonimato. Por un lado, está el efecto manada, vinculado a cierto anonimato. Gustave Le Bon habla de que las masas, al generar un efecto de anonimato, hacen que las personas que están en ella se conduzcan de un modo que no lo harían en forma individual.

Me parece que hay una intencionalidad de generar unos desequilibrios y tratar que esos desequilibrios redunden en beneficio de algunos sectores.

Si la libertad se pone arriba de las leyes, lo que hay es un incumplimiento de la ley. Podría decirse que el capitalismo es un poco eso: uno tiene la libertad de comprar un determinado producto, pero después te crea la necesidad de comprar otro y así sucesivamente, hasta que uno tiene la esclavitud de depender, por ejemplo, de determinado modelo de celular.

Creo que acá la tensión entre libertad y leyes es muy clara. Por eso, espero y apuesto a que esto (ataques a comercios) sea solo una explosión de anonimato, y no de anomia, porque, efectivamente, cuando alguien quiere tomar un comercio, en la situación en la que esté, tiene una cantidad de canales, desde la solidaridad básica de los vecinos que hacen un comedor hasta los distintos programas y planes tan denostados que al menos hacen que ese fuego no se expanda tan rápidamente.

La primera imagen que se me viene es la de Fuenteovejuna, esta obra de teatro española en la que un pueblo, cansado de la tiranía de su regidor, un día lo asesina y cuando los inquieren para saber quién fue el responsable del asesinato ellos responden sistemáticamente que fue Fuenteovejuna, que es un poco la fantasía que promete el anonimato y los saqueos. Quien lo hizo fue el pueblo, no hay nada que decirle, no hay un actor individual, fue un actor colectivo.

Pero, evidentemente, hay una serie de diferencias entre esa situación y lo que se intenta sostener ahora como una reacción espontánea del pueblo ante una injusticia prolongada. Creo que la injusticia prolongada no es tan directa. Por supuesto que es una injusticia que la persona no llegue a fin de mes, pero hay una serie de mecanismos que están sosteniendo la situación en un modo sostenible, de manera que se puedan generar esperanzas en el medio de un momento crítico.

*Psicólogo (MP 81.769).