Por qué el derecho laboral beneficia a los empleadores y también al Estado

Por Andrea Spraggon*

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) introdujo el término “trabajo decente”, un concepto que es muy importante a tener en cuenta a la hora de hablar de las relaciones laborales. Esto está atado al derecho laboral puntual, internacional e incluso a las cuestiones de género, donde juegan actores como trabajadores, empleadores y el Estado, ya que se trata de una triangulación.

La OIT tiene representantes de todos estos actores en cada uno de los estados y eso hace muy rica la normativa, pero no todos los estados la aplican: el nuestro, por ejemplo, posee una normativa laboral bastante fuerte, importante y rica con mucha trayectoria y trasfondo sólido, pero hay otros cuyo contexto laboral no es tan favorable. Todos los convenios colectivos deben abarcar todas las idiosincrasias de cada uno de los estados.

Por eso, según este organismo, lo que hace al trabajo decente es que la relación de trabajo se encuentre registrada, con cobertura de seguridad social, vacaciones pagas, obra social, aseguradora de riesgo, aguinaldo, toda la estabilidad que no solo estos convenios establecen, sino nuestra propia Constitución Nacional. Esta forma de trabajo no favorece únicamente a los empleados, sino también a sus empleadores, al Estado en general, porque impacta en la economía de un país, en otras políticas de Estado que se ven beneficiadas al tener una plana de trabajadores con una mejor calidad de vida posible. Por eso se debe desarrollar pensando en un equilibrio a todo nivel, desde el normativo hasta la aplicación de las normas y su consentimiento.

Pero esto tiene que ver no solamente con las coberturas, sino con las prevenciones. La idea no es tener un accidente o una enfermedad e indemnizar a la persona, sino prevenir, porque la salud es el capital más sagrado que tenemos los seres humanos, y es por este motivo que es tan importante cuidar los derechos de un trabajador. Los pasos que da la humanidad implican, como regla obligada, también realizar cambios en el nivel estructural.

A pesar de esto, no podemos dejar de lado que siempre es necesario hacer revisiones y actualizar algunas cuestiones, como el avance de la tecnología en todos los aspectos. Lo importante es que el trabajador que tenga duda sobre algo que no está cubierto, se asesore para lograr hacer cumplir estas normas, porque las herramientas están disponibles, aunque a veces sea complicado ponerlas en práctica.

En un artículo muy importante, la OIT planteó que es totalmente incierto poder describir cómo serían los puestos de trabajo de acá en breve. Ni siquiera si hablamos de diez años o cinco minutos, porque vivimos en un mundo de avances constantes e incertidumbre diaria. Por eso, es nuestra función brindar seguridad, tranquilidad, calma y garantías, porque es lo que la gente necesita.

*Jueza del Tribunal de Trabajo N° 5 del Departamento Judicial de La Matanza