Nuevo Plan Nacional de Salud Mental: pensar el bienestar como un todo
El psicólogo Giancarlo Quadrizzi celebró la aprobación de la nueva resolución que entiende a la salud mental por fuera de la psicoterapia.
Por Giancarlo Quadrizzi*
Muchas veces, las personas entendemos a la salud mental como psicoterapia. Creemos que el acceso a la salud mental estaría garantizado en la medida en que todas las personas tuviéramos acceso a un psicoterapeuta. Sin embargo, aunque parte de esto es así, se trata de una simplificación.
Yuval Noah Harari, escritor, historiador y pensador contemporáneo israelí, explica en su libro Homo Deus que es posible pensar que la salud mental funciona a través de neurotransmisores que se conectan de un modo u otro y que, artificialmente, podemos llegar a gestionarlo, de modo que las tristezas, ansiedades y angustias de la sociedad podrían controlarse con eso, generando un contexto en el que las personas podrían llegar a vivir 120 años.
Aunque suene como un clima prometedor, debemos señalar que existen otras personas que, actualmente, no saben si van a llegar a mañana. Entonces, estamos hablando de una lógica individualista en la que los dramas de la humanidad se separan, se controlan, y son solo pequeños sectores de la población los que gozan de su beneficio. En este contexto, el acceso a las herramientas para sostener el bienestar implica salud mental para pocos y padecimiento para muchos.
El 12 de septiembre, el Gobierno lanzó el Plan Nacional de Salud Mental, un logro que llegó después de la pandemia y que antes era un tema soslayado. Durante la gestión anterior, no fue posible un plan de esta índole. Aunque se intentó, fue detenido, se atacó a su ley y se redujo todo el tema a neurocognición y neurociencias. Contar con una normativa de este tipo que trascienda a la gestión gubernamental es un paso muy importante.
Cuando le preguntamos a las personas quiénes son los efectores estatales que están obligados y que deberían garantizar la salud mental, claramente el sistema de salud aparece como primero, pero también aparecen con un lugar muy importante los sistemas educativos, en segundo lugar, y, en tercer lugar, las organizaciones y los sistemas comunitarios.
Esto coincide con la nueva agenda global de salud mental, que pospandemia ha adquirido un lugar muy relevante que ha llevado a distintos compromisos a nivel mundial, como la nueva agenda de salud mental, donde se pone el foco en lo indispensable que resulta la atención comunitaria antes de que se presenten las patologías articuladas con los diferentes sistemas.
*Psicólogo (MP 81.769)