Murió Francisco, el Papa del fin del mundo
Jorge Bergoglio falleció a los 88 años. Fue el primer pontífice latinoamericano y el número 266 en la lista de sucesores de Pedro.
El Papa Francisco murió como consecuencia de una afección respiratoria que se complicó con el paso de los días. Se encontraba en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano. El Santo Pontífice había sido visto por última vez el domingo de Pascuas, cuando impartió la bendición pascual “urbe et orbi” ante una multitud de 35.000 personas.
“Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro santo Padre Francisco”, anunció el cardenal estadounidense Kevin Farrell, camerlengo de la Santa Sede y el encargado de administrar la sede vacante.
La infausta noticia despertó una congoja generalizada en toda la grey católica y en otras comunidades, ya que siempre trabajó por el diálogo ecuménico y su prédica por los problemas sociales traspasó las cuestiones espirituales.
Francisco, vida y obra del Papa del fin del mundo
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en el barrio de Flores de la Ciudad de Buenos Aires. Era hijo de inmigrantes. Su padre, Mario José, era empleado en el ferrocarril y su madre, María Regina Sívori, se encargaba de la casa y de criar a cinco hijos. Al Papa solo le queda viva una hermana, María Elena, de 77 años, que vive en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires.
Francisco, en su última aparición en público en la Plaza de San Pedro.
La primaria la hizo en la Escuela N° 8 coronel Pedro Cerviño; pero el 6° Grado lo cursó el colegio salesiano “Wilfrid Barón” de Ramos Mejía en 1949. En tanto, los estudios secundarios los hizo en la E.N.E.T. N°27 "Hipólito Yrigoyen". Practicaba deportes y era hincha de San Lorenzo de Almagro. Recibido de técnico químico, decidió ingresar al seminario de Villa Devoto.
El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote en la Compañía de Jesús en Córdoba. Fue proclamado auxiliar de Buenos Aires, el 20 de mayo de 1992 por Juan Pablo II y ordenado obispo el 27 de junio de 1992, por el arzobispo cardenal Antonio Quarracino.
Se convirtió en arzobispo coadjutor de Buenos Aires el 3 de junio de 1997. Fue creado cardenal por Juan Pablo II en el consistorio del 21 de febrero de 2001. Como tal participó en el conclave para elegir al sucesor de Juan Pablo II en 2005 y fue uno de los más votados, pero decidió correrse para facilitar la unción de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.
El religioso alemán abdicó por cansancio mental y físico al trono y en el nuevo cónclave los cardenales votaron por Jorge Bergoglio, quien había preparado la valija para regresar de inmediato a Buenos Aires, sin pensar que podría ser electo. Pero los destinos del Señor lo llevaron a ser el primer jesuita y latinoamericano en coronarse como obispo de Roma, el 13 de marzo de 2013. De esta manera la curia romana dejaba de lado la recurrente elección eurocéntrica de pontífices.
“Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo…”, fueron las primeras palabras de Bergoglio ante la multitud que lo saludaba en la plaza San Pedro, quien eligió llamarse Francisco, como ejemplo de austeridad. Además, antes de dar la primera bendición como pontífice pidió que recen por él, en un gesto de humildad. También llamó a los sacerdotes para que dejen la comodidad y salgan a la calle para ser “pastores con olor a ovejas”.
La particularidad del papado de Francisco fue la convivencia con el papa emérito Benedicto XVI hasta su muerte en el Vaticano el 31 de diciembre de 2022.
Durante su papado, Francisco buscó mostrar una “Iglesia en salida”, en contacto con el mundo, sin olvidar su destino misionero y de predica de la palabra del Señor. Uno de los grandes desafíos fue la reforma de la curia romana, rodeada de sospechas de falta de transparencia y enfrentar los escándalos de abusos sexuales a menores que involucraron a religiosos.
El pensamiento de Bergoglio
Francisco redactó cuatro encíclicas que representan las preocupaciones del pontífice de cara a la feligresía y al mundo. Dilexit nos (24 de octubre de 2024); Fratelli tutti (3 de octubre de 2020); Laudato si' (24 de mayo de 2015) y Lumen Fidei (29 de junio de 2013).
Por ejemplo, en Laudato si', Francisco habla de la necesidad de cuidar al mundo y a las personas. Destaca la importancia de la ecología y de cuidar la tierra como “una casa común”.
El Papa considera que la Tierra es como “una hermana” que “protesta” por el maltrato hacia ella. “Su gemido, unido al de los pobres, interpela nuestra conciencia”. Por otro lado, en Fratelli tutti, Bergoglio se refirió a la fraternidad y la amistad social, amparado en el mensaje de San Francisco de Asís. Destacó que es necesario “hacer una vida más hermosa” y para ello, se necesita “una comunidad que nos sostenga” porque “nadie puede pelear la vida aisladamente”.
Los viajes de Francisco
El Papa siempre marcó la necesidad de “ir a la periferia”, idea que llevó adelante desde sus tiempos como obispo porteño que visitaba barrios humildes y promovía misas en la plaza Constitución para ir al encuentro de los trabajadores que pasaban por el lugar en busca de transporte. Desde allí levantó la bandera contra la “cultura del descarte” del ser humano por parta de una sociedad consumista. Esa prédica se multiplicó al llegar a Roma y se reflejó también en los lugares elegidos para llevar la palabra de Dios.
Francisco encabezó 47 viajes para abarcar 66 países. El Papa puso especial interés en pisar el suelo de países con minorías católicas o de extrema pobreza como Egipto o Bangladesh.
Pese a sus problemas de salud que lo obligaban a moverse en sillas de ruedas, en 2024 protagonizó el recorrido más extenso al volar a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Luego de ese periplo, dos semanas después, llegó a Luxemburgo y Bélgica. Pero faltaba más: terminar el año en Francia.
En 2023 recorrió República Democrática del Congo y Sudán del Sur; Hungría; Mongolia; y Marsella (Francia).
En 2022 visitó: Malta; Canadá; Kazajistán; y Bahrein.
En 2021 llegó hasta Irak; Hungría y Eslovaquia; Chipre y Grecia.
En 2020 no viajó por las restricciones debido a la pandemia de coronavirus.
En 2019 el Santo Padre llevó su mensaje a Panamá; Emiratos Árabes Unidos; Marruecos; Bulgaria y Macedonia del Norte; Rumanía; Mozambique, Madagascar y Mauricio; Tailandia y Japón.
En 2018: Chile y Perú; Ginebra (Suiza); Irlanda; Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania);
En 2017: Egipto; Portugal; Colombia; Myanmar y Bangladesh;
En 2016: México; Lesbos (Grecia); Armenia; Polonia; Georgia y Azerbaiyán; Suecia.
En 2015: Sri Lanka y Filipinas; Bosnia y Herzegovina; Ecuador, Bolivia y Paraguay; Cuba y Estados Unidos; Kenia, Uganda y República Centroafricana.
En 2014: Tierra Santa (Jordania, Palestina e Israel); Corea del Sur; Albania; Estrasburgo (Francia); Turquía.
En 2013: Brasil.
La salud de Francisco
A los 21 años, le extrajeron el pulmón derecho y significó un duro momento mientras estudiaba en el seminario de Villa Devoto. Temió por su vida.
Ya como Papa, le extirparon parte del colon en 2021, fue operado de la rodilla derecha en 2022 y sufrió una obstrucción intestinal en 2023. Además, había sido operado de cataratas en 2019. En los últimos años se movilizaba en sillas de ruedas por problemas de rodillas.
En febrero de 2025, el Papa Francisco fue hospitalizado por una bronquitis que lo obligó suspender la lectura en voz alta en distintos actos por falta de aire. Esta situación lo obligó a suspender su agenda, volcada especialmente al Año de Jubileo.
El parte médico indicó que debía prolongarse su internación por “infección polimicrobiana de las vías respiratorias” en el marco de un “cuadro complejo” que obligó a modificar el tratamiento. Luego, se diagnosticó neumonía bilateral.