La democracia cumple 40 años: “Como pueblo, venimos muy cascoteados”, manifestaron desde la Comisión Vesubio Puente 12

Silvia Saladino, referente de la Comisión Vesubio Puente 12, recordó los años de la última dictadura y cuestionó el manejo de la democracia actual.

El Vesubio fue uno de los catorce centros clandestinos de detención que hubo en La Matanza durante la dictadura iniciada en 1976. Integraba la Zona Militar N° 1, bajo la jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército, y se encontraba al mando del general de división Guillermo Suárez Mason. Muchos pasaron por ese lugar, entre ellas, Silvia Saladino, ahora referente de la Comisión Vesubio Puente 12.

En un contexto en el que el 24 de Marzo se acerca y se cumplen 40 años de democracia, la sobreviviente recordó aquellos años y los comparó con la vida política actual. “Como pueblo, venimos muy cascoteados, y no me refiero a este gobierno en particular, hablo de que aquellos que tienen el poder real lo siguen teniendo; quienes instigaron el golpe del ´76 siguen estando en el poder”, aseguró Saladino en diálogo con este medio.

De acuerdo a Saladino, durante la última dictadura se utilizó “como excusa” la subversión y el terrorismo para “implantar el modelo económico neoliberal”. Hoy en día, “los terroristas subversivos de los 70 son los mapuches, planeros, pobres y usurpadores”, un problema que la tiene “muy preocupada”. “El concepto de democracia, que es ‘el gobierno del pueblo’, no se está cumpliendo”, reflexionó.

Recuperar la memoria

El primer Espacio para la Memoria matancero fue El Vesubio y fue cedido en octubre del año pasado por un convenio entre el Mercado Central y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Actualmente, las organizaciones a cargo están construyendo diferentes espacios en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas, la Secretaría de Derechos Humanos y las direcciones de Arquitectura de Sitios de Nación y Provincia.

La idea es desarrollar un salón de usos múltiples con sanitarios y módulos similares a los de salud, una cobertura para los cimientos que quedaron, pasarelas, trabajos de señalización de los centros clandestinos Puente 12, Banco y Vesubio, y un laboratorio para una obra arqueológica arquitectónica donde las personas que visiten el espacio puedan ver a los arqueólogos trabajando en el lugar.