“Hermana, soltá la panza”, la campaña que busca librar a las mujeres de los estereotipos de género

El movimiento feminista “Mujeres que no fueron tapa” impulsa el proyecto que invita a las mujeres con complejos a compartir fotos de sus cuerpos y aprender a reconocer las prácticas que intentan invisibilizarlas.

“Mujeres que no fueron tapa” es un movimiento que busca mostrar cómo la cultura masiva hegemónica reproduce y construye estereotipos y mandatos de género para poder desnaturalizarlos y hackearlos. Con esta perspectiva, lanzaron la campaña “Hermana, soltá la panza”, con el objetivo de que las mujeres se despojen del prejuicio de no mostrar su cuerpo tal cual es.

El proyecto aborda una amplia variedad de temas relacionados a todas las lógicas y formas sutiles e invisibles de violencia que tienen que ver con el control de los cuerpos de las mujeres que se tiene completamente normalizado. Según contó Lala Pasquinelli, fundadora del movimiento, en Radio Universidad, la idea está en entender qué les sucede a las mujeres con su propia imagen y las ideas impuestas en torno a eso.

Según la especialista, existe una idea ancestral sobre las mujeres y la comida de acuerdo a la cual deben comer menos y restringirse ciertos alimentos porque “lo importante es estar delgadas y no nutridas o disfrutar de la comida”. Esto se refleja en la vergüenza hacia el propio cuerpo construida a lo largo del tiempo por la exposición a miles de imágenes de mujeres cuyos cuerpos no son representativos del total de la población, pero que igual se los toma de esta manera.

“No nos bancamos vernos. Nosotras sabemos que esas fotos representan a pocas personas y están editadas. Saber y entender eso no impide que, igual, cuando nos miremos, nos veamos viejas, con panza, defectuosas, con papada o celulitis. Todo lo que nos decimos y todo lo que el mundo nos dice. Porque no es que somos tontas. Todos esos discursos están dentro nuestro porque están afuera”, manifestó Pasquinelli.

Muchas mujeres sufren el no querer mostrarse, ni siquiera, en fotos. Y eso implica “seguir reproduciendo” el registro de mujeres que no se parecen a la mayoría. “Nos hemos esforzado tanto por traer al relato de la historia y a nuestras vidas la imagen de mujeres que fueron borradas de la historia y ahora nos vamos a borrar nosotras mismas. Fijate qué eficientes que son estos dispositivos de control”, señaló la entrevistada en el programa de De Común Acuerdo.

Para ella, la solución está en “cambios sociales que llevan muchísimo tiempo” y que deben ser encarados sin inocencia para darse cuenta de que “hay intereses muy arraigados”. Desde carteles y propagandas que se ven a diario, mujeres que aparecen en las películas y nunca comen y el autocuidado en formas de hacer dieta, hasta las frases que se oyen diariamente como que las niñas no deben hacer deporte porque deformará su cuerpo... todos son dispositivos de control.

“Estamos más ocupadas con la dieta y estas estupideces con las que nos educan desde pequeñas. Nada es inocente detrás de estas construcciones y es importante complejizar estas conversaciones porque estamos hablando de poder, de control sobre los cuerpos, de dignidad y de libertad”, planteó la impulsora de este movimiento feminista.

Lo esencial, dijo, es entender que no se trata de gustarse a sí misma para vivir tranquila, porque “es muy difícil” lograr eso en un mundo que castiga a las mujeres con cuerpos no hegemónicos tratándolos como “una falla del sistema”. “La única salud que les importa es la de una persona gorda. Cuando yo pesaba 45 kilos nadie me preguntaba por mi salud; También hay una enfermedad en la delgadez y su exigencia, pero, evidentemente, a nadie le importa”, reclamó.

Para conocer más sobre el movimiento y sus últimas campañas, es posible ingresar a su Instagram @mujeresquenofuerontapa o a su página web www.mujeresquenofuerontapa.com. “Es importante que dejemos de hacer comentarios que humillan a las personas y las hacen sentir mal”, finalizó Pasquinelli.