El ENARGAS inició la Campaña Anual de Prevención y Uso Responsable por inhalación de monóxido de carbono

Tiene como finalidad informar sobre el gas tóxico para generar conciencia en lo que respecta al uso responsable y eficiente del servicio, como también prevenir accidentes.

Con el inicio de las bajas temperaturas y el uso de artefactos gasodomésticos, el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) inició su Campaña Anual de Prevención de Accidentes por Inhalación de Monóxido de Carbono y Uso Responsable del Gas. Desde la Gerencia de Recursos Humanos y Relaciones Institucionales del organismo, se promueven distintas acciones para brindar a los usuarios información y consejos con el fin de generar conciencia en lo que respecta al uso responsable y eficiente del servicio de gas natural y prevención de accidentes vinculados a la inhalación de gases tóxicos.

El monóxido de carbono es producto de la combustión incompleta del gas; su inhalación causa lesiones graves a la salud y puede llegar a provocar la muerte por envenenamiento en pocos minutos. Al ser inodoro, incoloro e insípido, no puede ser detectado, por lo que se recomienda realizar el mantenimiento de artefactos e instalaciones internas de las viviendas una vez por año con un gasista matriculado.

De esta manera, el ENARGAS ofrece jornadas virtuales de capacitación en todo el país, junto con el apoyo de la Asociación de Distribuidores de Gas (ADIGAS), la Asociación Toxicológica Argentina (ATA) y las distribuidoras de gas natural por redes. En este contexto, El1 Digital consultó a Eduardo Álvarez, plomero y gasista, para saber cómo evitar la contaminación con dicho gas tóxico.

Prevención

De acuerdo a Álvarez, los fallecimientos a causa de este gas tóxico pueden suceder “algunas veces por inconsciencia y otras, por desconocimiento”, ya que “hay mucha gente que cierra todo tipo de ventilación que pueda haber en el lugar donde se encuentra, y eso se puede tornar peligroso”. “Para evitar el monóxido de carbono, en el caso de los calefones y termotanques, no debe estar obstruida la salida de gases. Además, tienen que estar instalados en un lugar que permita la ventilación con rejillas arriba y abajo, preferentemente en la cocina, donde, por lo general, hay artefactos que usan el oxígeno del ambiente y largan los gases”, explicó.

En cambio, en el caso de las estufas a gas, Álvarez destacó que requieren de control por parte de una persona idónea que verifique si el artefacto está en condiciones de ser usado o no, mientras que las que se caracterizan por ser de tiro balanceado se deben verificar los caños de entrada y salida, la cámara de combustión tiene que estar en buenas condiciones y la llama debe ser de color azul.

Mantenimientos

“Si las estufas de tiro balanceado funcionan bien, no hace falta revisarlas cada año, aunque sí hay que hacerles una limpieza por la suciedad que puede traer el gas. Pero, si la estufa anda bien y el piloto y el quemador principal tienen buena llama, no es necesario. Para las que no son de tiro balanceado, se requiere una limpieza anual porque, al generarse pelusa, se genera una mala combustión, la llama se pone de un color amarillo y contribuye a que la condensación de monóxido de carbono en el ambiente sea más alta”, recomendó Álvarez.