Condenaron a los dos jóvenes que mataron a Tahiel Contreras en una picada ilegal en Gregorio de Laferrere

Este viernes, minutos después de las 14, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de La Matanza, presidido por los jueces Nicolás Grappasonno, Gerardo Gayol y Franco Fiumara del Tribunal en lo Criminal N° 4 local, comunicó por medios telemáticos (Microsoft Teams) la sentencia por el crimen de Tahiel Contreras, el nene de seis años que murió tras ser atropellado por dos autos que corrían una picada en Gregorio de Laferrere.

En este marco, los magistrados condenaron a Nahuel Agustín Olivera, de 24 años, el conductor del Chevrolet Corsa involucrado en el siniestro, a 14 años de prisión e inhabilitación especial para conducir todo tipo de vehículos automotores por seis años, cuyo inicio de cumplimiento deberá correr desde el vencimiento de la pena de prisión o la recuperación de su libertad.

En tanto, Alexis Leonel Escribanti, de 26, quien manejaba el Volkswagen Vento que también participó de la carrera clandestina, recibió diez años de prisión e inhabilitación especial para conducir todo tipo de vehículos automotores por seis años, cuyo inicio de cumplimiento deberá correr desde el vencimiento de la pena de prisión o la recuperación de su libertad.

Según consta en el fallo judicial, que fue unánime, Olivera y Escribanti fueron condenados por los delitos de “Prueba ilegal de velocidad –picada- en concurso real con homicidio simple en concurso ideal con lesiones leves reiteradas en dos oportunidades”.

Noelia y Luciano, los padres de Tahiel, escucharon la sentencia junto a su abogado Alberto Palacio en la sede del Colegio de Abogados de La Matanza, sito en San Justo. Si bien los padres decidieron no hablar con este medio “al considerar que no estaban en condiciones”, el letrado aseguró que se logró “un veredicto condenatorio, que es lo que la familia estaba buscando".

"Las condenas sin dudas no satisfacen las expectativas que habíamos depositado: habíamos pedido 28 años de prisión para cada uno, el fiscal había pedido 20. En este caso, fue condenado uno de los autores de los hechos, Olivera a 14, y Escribanti a diez. Sin duda hay una gran diferencia entre el pedido y las condenas que se establecieron. Esperaremos los fundamentos, y en función de eso evaluaremos las alternativas de alguna apelación”, agregó.

El juicio en la UNLaM

El lunes 27 de febrero, en una maratónica jornada presidida por los jueces Nicolás Grappasonno, Gerardo Gayol y Franco Fiumara del Tribunal en lo Criminal N° 4 local, se realizó el juicio por el homicidio de Tahiel Contreras que tuvo al Aula de Juicios de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) como escenario.

Un dolor para toda la vida

Los padres de Tahiel declararon en el juicio y afirmaron que su "único interés es que se haga justicia para preservar la memoria" de su hijo. "Mi interés es preservar la memoria de mi hijo y para eso necesito que se haga justicia", dijo Luciano Guillermo Contreras, padre de Tahiel.

"Nos mataron en vida porque no tenemos más a Tahiel, no tenemos un motivo para vivir", dijo en su declaración Noelia Díaz, la mamá de la pequeña víctima, al tiempo que, en una nota con El1 Digital, Había exigido: “Pedimos una condena ejemplar”.

Otros testigos clave del juicio

En el juicio declararon al menos siete testigos, entre ellos la mujer que conducía el auto modelo Fox "parado en el semáforo" que terminó embistiendo a la familia luego de ser chocado por el auto que condujo Olivera (Chevrolet Corsa), otros conductores de vehículos que transitaban por la zona ese día, un joven que trabajaba en una estación de servicio cercana y un hombre que vivía a 20 metros del hecho, que asistió a los familiares.

“Si Olivera hubiese venido despacio no me hubiera chocado como me chocó", consideró la conductora del Fox, quien además dijo que en el momento previo al impacto tuvo la sensación de que estaban “corriendo". Por su parte, la acompañante, otra mujer, expresó que recuerda "al auto rojo con el pibe ese -señalando a Olivera- que no le importaba nada, solo su vehículo".

Los familiares y amigos de la víctima se mostraron muy conmovidos en distintos momentos del juicio al escuchar la reconstrucción de los testigos. Entre las pruebas se presentaron videos de cámaras de seguridad públicas y privadas, pericias accidentológicas, informes policiales y declaraciones testimoniales.