Cómo funcionan y cuánto cuestan los detectores de monóxido de carbono
Estos detectores son dispositivos electrónicos diseñados para identificar la presencia de este gas tóxico en el aire y alertar a los habitantes.
La tragedia de Villa Devoto que ocurrió el último martes dejó un saldo trágico: cuatro adultos y una niña murieron por la inhalación de monóxido de carbono (CO), un gas mortal y silencioso. Lamentablemente, en la casa ubicada en la calle Sanabria, entre Pedro Morán y Ricardo Gutiérrez, solo sobrevivió un bebé de un año en aparente buen estado de salud. Este caso puso en agenda la importancia de contar con detectores de monóxido de carbono en las casas, trabajos y lugares en donde se reúnan personas.
Qué son estos dispositivos
Los detectores de monóxido de carbono son dispositivos electrónicos diseñados para identificar la presencia de este gas tóxico en el aire y alertar a los habitantes mediante una alarma sonora antes de que las concentraciones alcancen niveles peligrosos para la salud.
Los sensores más comunes son de tipo electroquímico; óptico o de semiconductores, que reaccionan ante la presencia del gas y activan una señal de advertencia para que las personas puedan abandonar el ambiente o ventilarlo rápidamente.
Tipos de detectores disponibles
En Argentina existen múltiples modelos que se ajustan a distintos presupuestos y necesidades:
Autónomos: funcionan con pilas (como AA), se instalan fácilmente sin asistencia técnica y son los más accesibles en términos de precio.
Integrados: se conectan a sistemas de alarma del hogar, permiten monitoreo remoto y resultan útiles para viviendas con dispositivos inteligentes.
Combinados: además de CO, detectan humo o gas natural, brindando una protección más completa.
Con pantalla LCD: muestran en tiempo real la concentración de CO, el estado de las baterías y la temperatura ambiente.
Qué niveles de monóxido de carbono detectan
Estos equipos miden la cantidad de CO en el aire en partes por millón (ppm). Algunos modelos avanzados registran también el tiempo de exposición, ya que los efectos del gas no dependen solo de la concentración, sino de cuánto tiempo se respira.
Según información oficial del sitio argentina.gob.ar:
- Por debajo de 30 ppm, la alarma no se activa.
- Entre 30 y 100 ppm, puede sonar después de una exposición prolongada.
- Por encima de 100 ppm, la alerta se dispara de inmediato.
Estas advertencias buscan proteger especialmente a personas con afecciones cardiovasculares, niños y adultos mayores, más vulnerables a los efectos del CO.
Cuánto cuestan los detectores
Los valores en el mercado argentino varían según las prestaciones y tecnología incorporada:
Los modelos básicos inalámbricos, con sensor único y alarma, se comercializan entre 40.000 y 45.000 pesos.
Los detectores duales (CO y gas) cuestan entre 119.550 y 230.200 pesos.
Equipos integrados como los de X-28 Alarmas, con sensores múltiples, oscilan entre 194.311 y 253.765 pesos.
Modelos importados o de alta gama, como los combinados con detección de humo, van desde 77.515 hasta 92.698 pesos con envío incluido.
En la gama premium, los dispositivos pueden llegar a costar entre 599.800 y 698.259 pesos.
Qué es el monóxido de carbono
El monóxido de carbono es un gas tóxico que se produce por la mala combustión de estufas, calefones, termotanques, grupos electrógenos, cocinas y calderas. También, se genera al quemar carbón y leña, en braseros, por ejemplo. Este gas es muy peligroso porque como no se ve, no irrita, ni tiene olor, la persona se intoxica sin darse cuenta.
Con la llegada del frío, aumentan las intoxicaciones por monóxido de carbono. Suele acumularse en las habitaciones mal ventiladas y puede causar una intoxicación ya que, una vez inhalado, se combina con la sangre y disminuye el nivel de oxígeno en la hemoglobina y los tejidos.