Claudio Santa María analizó los resultados de la autopsia a Fernando Báez Sosa

“Esto se trata de una crueldad y un desprecio por la vida pocas veces visto”, señaló el médico, profesor de Medicina y presidente de la Fundación Instituto Superior de Ciencias de la Salud.

Consultado por Radio Universidad, el médico, profesor de Medicina y presidente de la Fundación Instituto Superior de Ciencias de la Salud Claudio Santa María analizó los resultados de la autopsia a Fernando Báez Sosa.

“En realidad el forense que hizo la autopsia la describió muy bien y se quebró cuando tuvo que hacerlo porque, según señaló, nunca vio una cosa igual. Las lesiones que tenía Fernando Báez Sosa fueron terribles. Luego de la pelea que tuvieron en el boliche sus atacantes urdieron un plan y ya fuera del lugar lo golpearon de atrás mientras él estaba tomando un helado. Le dieron una trompada en el maxilar, eso lo dejó inconsciente y cuando estaba en el piso ya noqueado ellos le empezaron a patear en la cara, en la cabeza, en el cuello, en el tórax y en el abdomen”, comenzó Santa María, en comunicación con el programa Nada es lo que parece.

“Las lesiones descriptas por el anatomopatólogo son terribles. La naturaleza o Dios, cuando nos creó, hizo que el cráneo sea como un cofre, para proteger lo más importante que tenemos, que es el sistema nervioso central. Ahí está el cerebro, el cerebelo y dentro de lo que se conoce como tronco encefálico se encuentra el centro cardíaco y respiratorio. Esto a su vez está cubierto por unas meninges. A Fernando lo han pateado tanto que le destruyeron todo el sistema nervioso central. Cuando abrieron su cráneo el mismo tenía sangre, coágulos y hemorragias que eran incompatibles con la vida. Todo esto debido a las patadas que le dieron tanto en la cara como en la cabeza”, continuó.

“Además de eso tenía patadas en el cuello y en el tórax, por lo cual tenía el tórax destruido y sangre en los pulmones, eso es lo que se conoce como hemotórax. Además, le rompieron el hígado, que es un órgano pesado de un kilo y medio que se encuentra a la derecha del abdomen y parte del intestino grueso”, detalló.

Sobre las RCP

También, Santa María se refirió al rol de las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que le efectuaron al joven asesinado. “Esto habla de la crueldad de esta gente, y seguramente el patólogo se conmovió porque era un chico de 18 años, y por la brutalidad con la que le pegaron. De hecho, de ahí se concluyó que la gente que le hizo la resucitación cardiopulmonar no sabía que Fernando ya estaba con muerte cerebral, porque este tipo de maniobras siempre salva vidas”.

“Esto nos enseña que todos debemos aprender de las cosas que suceden. El ser humano puede estar hasta 30 días sin comer, de cinco a siete días sin tomar agua, pero a los cinco minutos que el corazón deja de latir, la persona empieza a morir. La reanimación cardiopulmonar es la única manera de dar vida, nunca la RCP produce daños. Lo que produce daños es lo que genera el paro cardiorrespiratorio. Por eso siempre recomendamos el aprendizaje del RCP y, por favor, que la gente deje de filmar las peleas y se ponga a ayudar, una trompada o una patada en la cabeza mata”, alertó.

Por último, en relación a las marcas de zapatillas en el cuerpo del joven Báez Sosa, Santa María describió: “Él tiene la impronta de dos zapatillas. También se encontró su sangre en cuatro prendas de este grupo de personas, además de la sangre en las zapatillas, la marca de la suela de ese calzado en el rostro de Fernando. Insisto, esto se trata de una crueldad y un desprecio por la vida pocas veces visto”.