Chicos armados en las escuelas, una situación para estar alertas

En las últimas semanas se denunciaron casos en establecimientos escolares en el partido de Florencio Varela, en el barrio de Belgrano y en Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe. “Los chicos nos quieren decir algo y, por eso, hay que empezar a escucharlos”, sostuvo el Coach Internacional José Héctor Jaimes.

Con un breve repaso por las noticias de los últimos días, aparecen casos de alumnos armados en escuelas de distintos puntos del país.  Por ejemplo, en Florencio Varela un estudiante de quinto año de una secundaria ingresó armado al aula y amenazó con dispararle a sus compañeros, según las imágenes difundidas por las víctimas en las redes sociales.

Otro hecho de similares características sucedió en la escuela Número 10 de Belgrano, en CABA. En los videos, que se hicieron virales en las redes se ve a unos alumnos manipular un arma sin que el docente advierta la situación.

Para cerrar este breve sumario, apuntamos el caso del colegio Nº 515 René Favaloro, en  Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe, en donde dos alumnos fueron suspendidos. En su defensa, señalaron que “portaban chuchillo para defenderse de supuestas amenazas”.

Sin convertirse en un drama social como en los Estados Unidos, que el ámbito escolar local registre hechos de violencia y de portación de armas, de fuego y blancas, debe preocupar a las autoridades y a la población en general del país.

Al respecto, el Coach Internacional José Héctor Jaimes (matrícula profesional Nº 34258) aseguró: "Se debe escuchar a los chicos porque nos quieren decir algo”. En ese aspecto, sostuvo que en determinados casos, se advierte una “involución de la sociedad”, que había desarrollado el lenguaje como forma de expresar sus sentimientos, frustraciones y anhelos.

“Hay que descubrir cuáles son los condicionantes que esa persona tiene en su vida para expresarse de esta manera”, explicó. En tanto, recomendó en primer lugar la consulta con profesionales psicólogos y psiquiatras, sin olvidar que el coaching profesional es una alternativa.

El mismo patrón se repite en casos de ludopatía o personas que están insatisfechas pese a sus éxitos económicos como jugadores de fútbol, por ejemplo.  “Lo más importante es acompañar al cliente en el proceso para que vuelva a conectarse con la sociedad y salga de un ámbito que no lo hace feliz”, concluyó Jaimes.