Hendel: “Menstruar, parir y quedar embarazada es político”

La secretaria de Mujeres, Géneros y Diversidades de La Matanza brindó su lectura acerca de los cuestionamientos que se generaron tras la presentación del programa MenstruAR, mediante el cual se asesora a gobiernos locales para el fortalecimiento de las iniciativas que llevan adelante sobre gestión menstrual.

Días atrás, la titular del Ministerio de las Mujeres de la Nación, Ayelén Mazzina, presentó el programa Menstruar. Se trata de una política integral que tiene por objetivo, entre otros aspectos, acompañar y asesorar a gobiernos locales para el fortalecimiento de los programas que llevan adelante en materia de gestión menstrual. 

Durante la presentación, que tuvo lugar en la Casa Patria Grande, en CABA, Mazzina expresó que entre los principales objetivos se persigue “el acceso a la gestión menstrual, a la información, a la salud”. “En Argentina hay personas que no llegan a cubrir todos los meses el costo de uno o dos paquetes de toallitas y terminan recurriendo a paños o trapos que ponen en riesgo su salud. Además, por incomodidad o vergüenza terminan faltando a la escuela o a otras actividades. Por eso, hablar de menstruación es también hablar de desigualdades”, reflexionó. 

Una de las principales voces que salió a confrontar fue la de la mediática diputada de Santa Fe por el Movimiento Integral Somos Vida, Amalia Granata. Sus palabras fueron la antesala de distintos cuestionamientos que, incluso, utilizaron al programa como una excusa para apuntar directamente contra el oficialismo.

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Al respecto, la responsable de la Secretaría de Mujeres, Géneros y Diversidades de La Matanza, Liliana Hendel, quien desde hace años ha incorporado al discurso y a las tareas del área a la problemática que busca sobrellevar el programa en cuestión, resaltó: “Menstruar, parir y quedar embarazada es político”. 

“Este es un tema que empezó Mercedes D'Alessandro en el área de Género del Ministerio de Economía. Es decir, desde aquella cartera surge esa necesidad de plantear la política pública en relación a lo que se ha denominado la justicia menstrual, algo que también en el mundo se viene visibilizando ya desde hace tiempo”, explicó la funcionaria en comunicación con El1 Digital

Durante la entrevista, recordó que el planteo de la economista fue fundamental para traer aquella experiencia al Municipio: “Le propuse a nuestro intendente (Fernando Espinoza) llevar adelante, en el territorio, la gestión menstrual y, en principio, me miró un poco sorprendido”. “Tengamos en cuenta que hace tres años esto era un tema muy novedoso que no quedaba muy claro si era específicamente un tema del área de salud o de otra área; a veces, hay como un criterio de compartimientos estancos donde cada gabinete tiene un área y no se toca con el resto”, sumó para luego resaltar: “Las feministas venimos a decir todo lo contrario”.  

“En el 2020, nosotras, desde la Secretaría, empezamos a llevar al territorio una política pública referida al tema de gestión menstrual y les cuento que es un espacio con mucha alegría para quienes trabajamos con el dolor, con las violaciones, con los feminicidios, con los huérfanos y huérfanas necesitadas, con las golpizas; el hecho de poder hablar de salud, de la alegría de menstruar, del sangrado y poder generar espacios de información y conocimiento, con la provisión de los instrumentos que necesitamos, es realmente una alegría”, ahondó. 

Estas actividades, que se enmarcan en distintas jornadas y programas, indicó, son denominadas “de prevención primaria”. “Tiene que ver con una política pública que refiere claramente a lo económico, algo que la oposición, a través de personajes siniestros como Amalia Granata, sale a decir que son cuestiones patéticas”, destacó. 

“El tema del insumo de gestión menstrual hace a la desigualdad porque quienes vivimos en un mundo de clase media podemos ir a la farmacia y comprarlo, pero en un mundo tan precarizado con tantas dificultades como la que estamos atravesando las economistas hicieron un cálculo matemático en el que descubrieron cómo la brecha salarial y la brecha que genera nuestra naturaleza en relación al sangrado producen un aumento de la desigualdad en lo económico y también provoca un gran ausentismo”, cerró.