Habló CFK, Guzmán renunció y apuran las negociaciones para cubrir la vacante

Desde Ensenada, en un acto en el que se recordó a Perón con motivo de los 48 años de su fallecimiento, la vicepresidenta pronunció un discurso con definiciones, críticas y propuestas. Martín Guzmán eligió ese momento para hacer pública su decisión de abandonar el Ministerio de Economía.

Con motivo del acto en homenaje al General Juan Domingo Perón, al conmemorarse 48 años de su fallecimiento, la vicepresidenta Cristina Fernández pronunció un discurso de altísimo voltaje político. Se acabaron los eufemismos y la política de gestos. La exmandataria puso algunas de sus propuestas sobre la mesa. Mientras, Martín Guzmán hacía pública su decisión de renunciar a la conducción del Ministerio de Economía. Poco después, también se había puesto en duda la continuidad del director por el Cono Sur ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos.

Las palabras de Fernández eran muy esperadas. Por un lado, en su última aparición, en un plenario de delegados de la CTA que coincidió con el Día de la Bandera, expuso las diferencias con el Presidente manteniendo, todavía, ciertas metáforas que camuflaban los dardos.

A modo de respuesta, este viernes, Alberto Fernández realizó un acto en la CGT. Se trató de una actividad que, por cierto, tambaleó toda la semana y se cayó, y se puso de pie, en varias oportunidades. Otra vez, cada “zona del peronismo” mostró las aristas de sus armados: Héctor Daer por un lado, Hugo Yasky por el otro. 

En aquella oportunidad, el Presidente aprovechó para intentar un contrapeso respecto a las palabras que CFK había pronunciado en el acto de la CTA. “El poder no pasa por quién tiene la lapicera”, planteó ese entonces, para luego enfatizar: “Pasa por ver quién tiene la capacidad de convencer”.

Este sábado, Cristina Fernanández llegó al Polideportivo Municipal de Ensenada con el Manual de Conducción Política abajo del brazo. Literalmente. En referencia a aquellas declaraciones del mandatario, eligió la página 73 para argumentar su postura con una cita de Perón: “Yo no persuadía con palabras, porque las palabras poco persuaden. Yo persuadía a la gente con hechos y con ejemplos”. Las palmas explotaron.

“Perón llegó con la Revolución del 43 y qué se le ocurrió para construir poder: pidió ir al Departamento Nacional del Trabajo, que no lo conocía ni el gato. Eso fue en junio. En noviembre consiguió transformarlo en la Secretaría de Trabajo y Previsión. Y ahí, mis queridos y mis queridas, cazó la lapicera y no la largó más”, continuó. 

También le dedicó un párrafo al encuentro que mantuvo con el economista Carlos Melconian. Señaló algunos de los lineamientos de la reunión y, casi al pasar, marcó que la postura del economista, con vínculos fuertes con Mauricio Macri, tenía cierta coincidencia con la lectura de Martín Guzmán. Segundos antes, o segundos después, el funcionario, que supo ser elogiado por el Nobel Joseph Stiglitz, hizo pública su renuncia. 

De a tramos, en las definiciones, se pudo percibir un tono que bien pareció extrapolado de una campaña política. CFK sacó a relucir su know how: “Estuve ocho años ahí, lo veo”. Aquella frase, en la que puso especial énfasis, recordó a una de las que Alberto Fernández más gastó durante su recorrida hacia el Sillón de Rivadavia que, pese a algunas variaciones, puede resumirse en la fórmula: sé cómo hacerlo, estuve ahí. 

Si bien el Frente de Todos atraviesa un duro revés institucional, producto de un debate que parece seguir el camino de la inflación, la vicepresidenta se mostró favorable al diálogo tanto hacia el interior como con otras fuerzas.

La pregunta es si el reemplazo de Guzmán será la primera pieza para la construcción de un nuevo puente que pueda garantizar la satisfacción de las demandas de todas (o de la mayoría de) las "zonas del peronismo". Mientras las horas pasan y algunos ya piensan en los coletazos que el lunes podrá tener el mercado financiero, son momentos de intensas negociaciones.